ÙNETE a la comunidad de SILWY en FACEBOOK! http://www.facebook.com/groups/323375691027181/

Archivo para enero, 2012

Capitulo 34 ♥ Segunda Temporada ♥

Capítulo 34

Tu: Bueno, Marilu, tú empiezas.

Analy: ¡Uy! De aquí a que acabe… [se
burló]

Marilu: Ay por favor. Ni que fuera una prostituta. [rodó los ojos] De acuerdo, mmm…. Cuando tenía 9 [se sonrojó] estaba con un tipo llamado Giancarlo. Luego anduve con el patán de Travis  y finalmente estoy con Joe. ¿Ven que no soy una saltarina?

Todas se echaron a reír. La cosa era ya como una pijamada dentro de su cabaña. Estaban Analy, Marilu, tú y Dakota, con quien te marcharías después de un rato para dormir en la tienda de campaña que hubieron levantado a unos cuantos metros de allí con la ayuda de las otras dos. Era una lástima que no se pasaran la noche todas juntas porque de verdad se estaban diviertiendo, pero si no era esa noche, jamás volverías a convencerla de que te acompañase.

Echaron las colchas en el suelo y se sentaron en círculo sobre ellas. 

Empezaron a hablar de miles de cosas, terminando con la confesión de cuántos novios había tenido cada una.

Tu: Te olvidas de Mike. [bromeaste]

Marilu: ¿Mike? Oh, por favor. Eso no fue nada… Bien, sigues tú Dakota.

Dakota: Pues… Así formalmente sólo he tenido un novio que se llamaba Virgil. Los demás eran como «estábamos quedando»… Pero nada interesante.

Tu: ¿Sólo uno? Creo que eres la más santa de aquí…

Marilu: Y redoble de tambores para la más hombreriega de todas [tamborileando con las palmas al suelo].

Tu: [resoplaste rendida] Está bien… Ya me imaginaba esto. Mi primer novio fue Jerry; luego Daniel, el hermano de Sophie. Después anduve con Nick… Jerry, otra vez. Travis, el chico de España y finalmente con Nick ahora [sonreíste].

Dakota: No son tantos, sólo cuatro.

Analy: Sólo [riendo].

Marilu: Bueno, es que se hace mucho porque volviste a andar con los mismos… Jerry, Daniel, Nick, Jerry, Travis y Nick. [contando con los dedos] Es como si hubieras tenido seis.

Tu: Ya, qué va. Faltas tú, Anny.

Analy: Pues primero estuve con Edgar, después Kevin y ahora con Nathanael. Fin de la historia.

Marilu: Y con toda la emoción que lo cuentas [con sorna]. Pensé que esto iba a ser más «revelador».

Dakota: Entonces hay que contar nuestros mayores secretos.

Tu: Pero ¿secretos… qué tipo de secretos?

Analy: Ah, tú sabes. Secretos.

Todas: [rieron]

Marilu: ¡Sí! Como que Nick te dejó un chupetón en el cuello la otra noche, que Analy sabe que su novio ya no es virgen o que Dakota tiene la foto de un tipo desnudo en su laptop.

Las tres enmudecieron. Cada una con un nudo en la garganta..

Marilu: O que yo estuve a punto de hacerlo con el patán de Travis… [encogiéndose en sí misma] Lo lamento, se me escaparon sus secretos. [azorada]

Dakota: Pues… No ha sido buena idea. [turbada] Mejor lo dejamos para la próxima.

Analy: Ya que ALGUIEN, no ha podido contenerse ¬¬ [echándole una mirada de reproche a Marilu]

Marilu: Perdón. Si las hace sentir mejor, aquí les va otro secreto mío… [se mordió el labio] Aunque ustedes no quierne sabelro ¿cierto? No les importa. [insistió] Hablemos de otro tema.

Tu: No, ahora nos cuentas. [severa]

Dakota: Sí. Ya que escupiste la sopa.

Analy: Algo que nadie sepa, por supuesto.

Marilu: [resopló] Pff. Esto me pasa por no saber cerrar mi bocota… En fin.

Todas: [expectantes]

Marilu: Yo… [hablando muy rápido] Megustausarmipelocomohilodental. Ya está. [avergonzada]

Después de un breve silencio, un ataque de risa.

Analy: ¡A la próxima, por favor, ahórrate esas cosas! [sin parar de reír]

Tu: Ay no… [rodéandote el estómago de la risa] Oye Dakota,creo que mejor ya nos vamos a la carpa… Jajajaja.

Dakota: Okay… [con los ojos lagrimeando]. ¡Hasta mañana, chicas!

Marilu: Ya, no se rían. Y todo lo que he dicho no sale de esas paredes ¿vale?

Todas: Vale. [a carcajadas]

Dakota&Tú: ¡Adiós! [mientras salían de la cabaña]

Analy: Ah, nunca se es demasiado vieja para estas cosas ¿verdad?

Marilu: Somos chicas. Si cumplimos veinte años será lo mismo, una pijamada es una pijamada.

Analy: Con todo y los momentos incómodos y pervertidos… [tratando de no reír más] Me ha dado sueño. Voy a la cama.

Marilu: Buenas noches.

Analy: [luego de un largo silencio] Te olvidaste de contar tus sueños «especiales» con Joe… [metiéndose a la cama]

Marilu: ¡CALLA!

[–Contigo–]

Tu: ¿No nos falta nada? [cerrando la tienda de campaña]

Dakota: Nop [acomodándose el las colchas]. Me robé unas galletas, ¿quieres?

Tu: Jaja, sí, gracias. [comiéndote una]

Dakota: [encendiendo la lámpara] ¿Crees que venga un monstruo a secuestrarnos por la noche?

Tu: Claro que no. No pasará nada…

Dakota: ¿Acampas muy seguido?

Tu: Más o menos. Cuando estuve en el pueblito de mis abuelos nos fuimos de excursión en algunas ocasiones. A papá también el gusta el campo, así que desde chiquita nos íbamos a pasear y así.

Dakota: Yo una vez dormí en una de estas… Pero a petición de Taylor, en el jardín de la casa.

Tu: [reíste] ¿Te has comunicado con ella? Seguro ha de estar muerta de envidia.

Dakota: Ya sé [sonrió]. La semana pasada les llamé del hotel, dicen que están bien.

Tu: Qué bueno… Marilu se pasó allá adentro.

Dakota: [rió] Ya lo sé. Muchas veces mete la pata, pero en esta ocasión… [negó con la cabeza].Pero.. ¿pero todo lo que dijo era verdad?

Tu: Uhm,sí. Supongo. Al menos lo mío.

Dakota: [sonrió] ¿Y ya se te quitó la marca?

Tu: Sí, ya se está desvaneciendo por suerte. ¡Imagínate llegar a casa y que mis papás me descubran! Está bien que confíen en la familia Jonas, pero ¡imagínate!

Dakota: Y que lo digas.

Tu: Y apoco lo de la foto esa si era cierto… ¿eh?

Dakota: [enrojeció] No me preguntes cómo paró allí. Es de un chico que estuvo en la secundaria conmigo. Un día se lo dije a Marie y pues… No digo más.

Tu: Jaja.

Dakota: Tampoco es que me atreva a mirar todos los días el ordenador. No soy una viciosa. [con cara de asco]

Tu: Comprendo…

Dakota: ¿Tú no tienes alguna foto de Nick desnudo por allí o sí O_O?

Tu: ¡No! [azorada] ¿Cómo crees? No… No, no. Para nada [negando rotundamente] 

Dakota: Jeje, lo siento. ¿Sabes? Todavía me acuerdo de cuando nos conocimos en la Academia. Me empezaste a contar que Nick y tú eran novios porque yo te pregunte si eras la chica que fotografiaban los paparazziMe enseñaste fotos en tu celular y todo..

Tu: Te agarré confianza muy rápido. [asentiste]

Dakota: Y ahora por fin los veo como novios reales.

Tu: Ah sí, te tocó estar allí cuando me dijeron el chisme de que se había besado con Miley y eso. [hiciste una mueca]

Dakota: Fue terrible. Pero ya no hay nada que se interponga ¿no es cierto? Ni Miley.

Tu: Ni ella ni nadie [sonreíste] Espero que las cosas duren así por un buen rato.

Dakota: Oye _______… Quería contarte algo. [recostada] Pero no le digas a nadie ¿sí?

Tu: Uhm, no te preocupes. Mis labios están sellados. ¿Qué pasa? [acostada a un lado suyo].

Dakota: Es que creo que estoy enamorada.

Tu: ¿En serio?

Dakota: [asintió] O a lo mejor me gusta mucho un muchacho. Pero… Es complicado.

Tu: ¿Lo conozco?

Dakota: Bueno, tal vez lo hayas visto de lejos. Es un bailarín del elenco.

Tu: ¡Oh! Entonces esto es reciente [sonreíste]. Pensé que me ibas a hablar sobre que extrañabas a alguien.

Dakota: No. [suspiró] Lo que pasa es que él es de aquí de Canadá…

Tu: Ah, ya entiendo.

Dakota: Sí. Entonces no sé qué hacer. Las chicas dicen que parece que él también siente algo por mí, pero no estoy segura. Además ¿qué pasaría luego? Yo no puedo quedarme aquí.

Tu: Claro.

Escucharon unos ruidos en los arbustos.

Dakota: [asustada] ¿Qué ha sido eso?

Tu: No pasa nada. [sin darle importancia] Algún animalillo,. Estamos bien ¿okay?.

Dakota: Ajam… Bueno, volviendo al tema. Te lo digo porque tú has tenido esa experiencia de «Relación a distancia».

Tu: ¿A ti te gustaría intentarlo?

Dakota: No lo sé. ¿No se dice que es demasiado duro?

Tu: Yo diría… Complicado.

Dakota: ¿No es lo mismo?

Tu: Pues, independientemente, la cosa está entre ambas personas. Es como si ambos estuviesen tirando de una cuerda. Si uno afloja, el otro cae y viceversa. Los dos deben de estar en ello.

Dakota: Como Nick y tú.

Tu: Eh… Sí. Más o menos.

Dakota: [frunció el ceño] ¿No?

Tu: Al menos, por un tiempo, creo. En un principio así era. La distancia siempre ha sido grande en muchos sentidos… Nuestra relación siempre ha sido difícil y creo que siempre lo será.

Dakota: Ay, no digas eso.

Tu: Es que es la verdad. En cierto modo, yo no sé cómo he podido soportar tanto. Me sorprendo a mí misma.

Dakota: Pero al fin y al cabo sus sentimientos son sinceros.

Tu: Mucho muy sinceros [afirmaste]. Yo siempre he querido sacar esto adelante pero aveces parece haber tantos obstáculos… Y sacrificios, por supuesto. Si tú quisieras tener un novio a larga distancia tendrías que enfrentarte con diferentes horarios, con que tienen vidas «distintas», con la inseguridad de no saber qué está haciendo o con quién se la pasa. Es cuestión de confianza. Además de atenerte a las consecuencias de que, por ejemplo, todo el mundo en Cali tenga novio y tú también, pero no está ahí para que te abrace y te bese…

Dakota: El valor de no mirar a otros chicos. [concluyó con un hilo de voz]

Tu: Exacto. Eso también es… complicado. Pero dicen que el amor lo puede todo ¿no? A mí no me importaría tener que sufrir un poco para tener a la persona que amo a mi lado.

Dakota: En tu caso tú siempre viajas con él.

Tu: No siempre. Algunas veces.

Dakota: Eso es un consuelo.

Tu: Por un lado sí, porque nos volvemos a ver. Por el otro… Dejas bastantes oportunidades de lado. ¿Sabes desde cuándo no estoy en casa? Desde Julio. Me he ido por voluntad propia, eso no lo niego. Y no me arrepiento. Pero vaya que uno se mete en líos…

Dakota: _________ ¿Y Travis? [volviéndose hacia ti] Es decir, él fue tu novio mientras estabas en España. ¿No se les ocurrió la idea de que ibas a irte algún día?

Tu: Desde el primer día, te lo aseguro. [dijiste tristemente] Pero estábamos tan enamorados que si bien el tema no se nos olvidaba, sólo queríamos enfocarnos en el presente.

Dakota: ¿Y nunca se preguntaron si podían mantener la relación a distancia?

Tu: Uff, no. [sonreíste con añoranza] Era como si todos nos lo recordaran; hasta nosotros mismos. Pero jamás vimos con toda claridad la posibilidad.

Dakota: ¿Por qué no? Con Nick lo hiciste.

Tu: Porque son diferentes personas, Dakota. [confesaste] Nick es una estrella. Travis es, por así decirlo, un granjero. Un chico normal y bastante lindo. Él se gana la vida con labores de campo, algo que a mí me ilusionó desde el inicio, y él siempre quiso lo mejor para ambos. Él me dijo que yo no pertenecía allá, por más que yo así lo quisiese… Él me conoció lo suficiente como para decirme que mi lugar estaba en California, con los míos, y no en el otro continente, con él.

Dakota: Qué cosa… [acongojada] Seguro te quería muchísimo.

Tu: Sí… Quizás lo siga haciendo. [te encogiste de hombros] Cabe la posibilidad.

Dakota: [parpadeó atónita] ¿Lo volviste a ver cuando fuiste a lo de tu abuelo?

Tu: Sí.

Dakota: ¿Y qué pasó?

Tu: [sonreíste con el recuerdo] Nos besamos.

Dakota: ¿Se besaron! [sobresaltada] ¿Hablas en serio! Pero si ya habías vuelto con Nick…

Tu: Ya lo sé. No creas que fue con intenciones de que seguía enamorada de Travis. Al contrario… Me sentí muy culpable. Lloré, incluso.

Dakota: ¿Por Nick?

Tu: No, ¡qué va! Me sentí mal por Travis, no por Nick.

Dakota: Oh.

Tu: Travis es muy diferente a Nick. Así que llegué a la conclusión de que lo que sentí por Travis y lo que siento por Nick es amor, pero diferente. Porque son diferentes personas. Es raro de explicar… Pero lo comprendí perfectamente mientras estaba allá y Travis me enseñó que hay que estar siempre abiertos al amor, cuando, gracias a Nick, no quería nada con nadie.

Dakota: ¿…porque Nick te rompió el corazón? [sospechó]

Tu: [suspiraste] Sí. Algo horrible, por cierto. Y él nunca se enteró, ni espero que se entere… Pero en fin, me sentí mal por Travis porque no había pasado siquiera un mes y yo ya estaba metida con Nick. Apenas un día estuve triste y al siguiente estaba su condenada sombra, persiguiéndome como de costumbre…

Dakota: ¿Travis cómo se sintió?

Tu: Me comprendió perfectamente. No estaba enojado ni mucho menos celoso. Me dijo que le alegraba mucho. De hecho cuando nos despedimos y terminamos, digamos que yo sí le insinué que intentaría manejar una relación a distancia, pero él dijo que era injusto para ambos. En especial para mí. Que él no tenía ningún derecho para que yo me alejara de otras oportunidades… como otros chicos que pudieran estar a mi lado siempre. No sólo en vacaciones.

Dakota: Pero qué lindo muchacho. Te perdiste una grande.

Tu: No te lo imaginas… [gemiste] Era el chico perfecto. O eso, si no existiera Nicholas.

Dakota: Porque a él lo amas con todo tu corazón.

Tu: Por sobre todas las cosas. Sí. [pensativa] A veces muy por encima…

Dakota: Las filmaciones terminarán en un dos por tres. No creo poder establecer para entonces una relación demasiado sólida con Sean como para que aguante la lejanía.

Tu: ¿Así se llama? ¿Sean?

Dakota: Sí. Sean.

Tu: A lo mejor vale la pena intentarlo. [animaste]

Dakota: Para ti todo vale la pena.

Tu: El amor lo vale.

Dakota: Ya me ha dado sueño…[entornó los ojos] ¿Qué es esa sombra de allí?

Tu: ¿Qué sombra?

Dakota: Ah, no. Creí que se movía. [intentando despejarse] Seguro es un animalillo, como dices tú…

Tu: [te mordiste el labio] Dakota… Tengo miedo de que Nick quiera romper conmigo.

Dakota: ¿Qué dices?

Tu: Eso. Es que… [tragaste saliva]. Siento que todo esto ha sido como un sueño. O el sueño de un sueño.

Dakota: No entiendo.

Tu: Todo ha pasado muy rápido.

Dakota: No me dirás que crees que está jugando contigo.

Tu: Por ningún motivo. Él jamás haría algo similar.

Dakota: ¿Entonces? [confusa]

Tu: Es como si quisiera aprovechar al máximo todo el tiempo que estamos juntos.

Dakota: Eso es lo que está haciendo.

Tu: Y eso es lo que me preocupa [la miraste]. Es como si nos estuviéramos aproximando a una despedida.

Dakota: ¿Tú crees? A mí me parece todo lo contrario. Él está muy enamorado de ti como para dejarte ir.

Tu: No, es que tú no lo conoces… Yo sé que me ama, y haría lo que fuera por hacerme feliz.

Dakota: Por favor, _________. Creo que necesitas dormir un poco. Sólo pasa eso en tu cabeza. Dime ¿por qué razón querría él alejarse de ti? Estamos de acuerdo en que te adora ¿no?

Tu: Sí. [enrojeciendo]

Dakota: Tampoco hay otra chica ¿verdad?

Tu: Para nada.[firmemente]

Dakota: Él no te ha dado indirectas ¿o sí?

Tu: Ninguna. [segura]

Dakota: ¿Por qué mortificarse?

Tu: No sé… Tienes razón. Estoy exagerando [sacudiste tu cabeza]. No hay nada qué temer.

Dakota: Bueno, mejor dormimos. Si alguien te notase tocada por la mañana no quiero que piensen que es por mi culpa [sonrió]

Tu: Dulces sueños. [cerraste los ojos]

Dakota: Igual. Sueña con los angelitos [rió]

[–En la cabaña de los Jonas–]

Joe: ¿Kevin…? ¿Quieres hacer el favor de apagar la luz, por favor?

Kevin: [con la lámpara de noche encendida] Joe, ¿sabes a dónde ha ido Nick?

Joe: ¿Que no está? [se volvió hacia su cama vacía] Qué raro. Bueno, ha de estar con _______- ¿no? [se encogió de hombros, soñoliento] Siempre que desaparece así se va con ella.

Kevin: Pero avisa. Y a menos que hubiesen cambiado de planes, ________ estaba acampando afuera esta noche.

Joe: Uhm, tienes razón. Marilu me dijo eso hoy en la tarde…

Kevin: ¿Y si está con ella?

Joe: Ni loco. [descartó con un ademán] Está bien que esté algo obsesionado pero nunca…

Se escuchó la puerta en la planta baja y después, unos pasos sigilosos subiendo las escaleras.

Joe: ¿Mamá y papá se enteraron?

Kevin: No. Están dormidos. Frankie también.

Nick: ¿Chicos? [susurrando] ¿Qué hacen despiertos?

Joe: Preocupándonos por ti, bobo. ¿Dónde estabas?

Nick: En ninguna parte.

Kevin: ¿Con _________?

Nick: No. [yendose a la cama]

Joe: ¿Entonces?

Nick: Sólo estuve paseando.

Joe: ¿Con _________?

Nick: Ya cállense [cubriéndose con sus sábanas] Estoy muerto de sueño.

Kevin: Oye, Nick, a la próxima avisa. Por favor [bostezando] Hasta mañana.

Joe: Buenas noches. [durmiéndose de nuevo]

Nick: Buenas noches, chicos.

Hubo un –Click– en el cuarto y todo quedó a oscuras de nuevo. Una pálida luz azulada se colaba por las ventanas, pero a Nicholas no le importaba. Esa no era la razón por la que se quedaría despierto un buen rato.

Se hubo arrepentido de haber ido a buscarte. Estaba seguro de que te encontraría despierta, pero no planeó oír nada de lo que oyó. Deseó no haberlo escuchado. ¿Eran todas esas cosas las que no le contabas? ¿Era esa la forma que el otro lado de la moneda lucía, aquél que no tenía nada de maravilloso? ¿Era ese el lado del sufrimiento, sacrificio, añoranza? ¿Lo que se soportaba porque suponía valía la pena? <Si tan sólo ella supiera> se dijo a sí mismo. <Pero ella no lo comprenderá nunca, yo lo sé. Es tan terca>

Así que era eso verdad ¿Si amas demasiado a alguien tienes que dejarla ir? Pero ¿qué pasa si ella te ama de vuelta?¿No lo hace eso más complicado?

<Claro que sí> maldijo en silencio. 

[–Al día siguiente–]

El canto de los pájaros se oyó mucho más alto y melodioso que cualquier otro día por la mañana. Supusiste que eso se debía a que en esa ocasión te despertaban justo en la intemperie, o al menos, dentro de tu tienda de acampar.

Bostezaste ampliamente estirándote cuan larga eras y le echaste un vistazo a Dakota, quien se enredaba en las colchas mientras abrazaba su almohada, casi hecha un ovillo. Estuviste un rato sentada, despejándote, y pensando en las conversaciones que anoche tuvieron lugar. De novios y secretos íntimos dentro de la cabaña, hasta los sentimientos de Dakota y tu relato emocional acerca de dos de los chicos que más querías en la vida dentro de la carpa.

Suspiraste. Ayer habías llegado a unas cuantas conclusiones y te habías abierto con sinceridad respecto al tema. Ni Marilu ni Analy sabían lo que había ocurrido con detalle al regresar al pueblo de tus abuelos para el funeral. Sin embargo, Dakota necesitaba un consejo y aprovechaste el momento para contarle lo sucedido. No lo sentiste exactamente como un desahogo, pero desde un principio tus propias palabras hubieron agitado tu corazón y comprendiste que el tema de la charla jamás lo olvidarías por el simple hecho de que aquello significó demasiado para ti.

La luz del día estaba allí, alumbrándolo todo, pero pensaste que no eran más de las ocho debido al poco movimiento. Así pues, dejaste a Dakota dormir un rato más y saliste de la tienda. El frío te sorprendió provocándote escalofríos.

– ¿Y tu chaqueta? No puedes enfermarte ahora.

Volviste tu mirada. Detrás tuyo estaba Nicholas, quien parecía acabar de llegar. Sus ojos estaban tan despiertos y penetrantes que te ruborizaste un poco. Tú estabas recién levantada y la cosa era que, habías dormido sobre el piso.

Tu: Creo que la he olvidado en la cabaña…

Nick: ¿Cómo has dormido? [mientras se acercaba]

Tu: Bien, gracias. [sonreíste mientras te abrazabas a ti misma temblando] Uno preferiría un colchón, pero todo estuvo bien.

Nick: Tienes frío [te abrazó]. ¿No pasaste frío por la noche?

Tu: [resoplaste] No… Teníamos un montón de colchas [devolviéndole el abrazo] Pero justo así no tengo tanto frío…

Nick: [sonriente] Deberías sacar una de esas colchas y ponértela encima.

Tu: Buena idea.

Te asomaste al interior y reparaste en que tu amiga seguía durmiendo con un sueño pesado. Cuidando no despertarla, apartaste uno de los cobertores con el que te calentaste por la noche y te lo echaste sobre los hombros.

Tu: Ay, mucho mejor. [luego de cerrar la puerta de la tienda]

Nick: [sin parar de mirarte]

Tu: ¿Qué tanto ves?

Nick: Eres tan bonita por las mañanas. [pasando sus dedos por tu cabello] Con nudos en el pelo y todo [con una sonrisa socarrona]

Tu: Pues tú también despertarás muy guapo y todo, pero eres un completo Grinch al levantarte. [devolviéndole la broma]

Nick: [rió] En eso tienes razón. Pero luego me compongo ¿no? Acabo siendo lindo… Al menos contigo.

Tu: Sí. Suele suceder. [asentiste divertida]

Nick se inclinó hacia ti y te besó con lentitud, acariciándote suavemente tus labios con los suyos. El beso te tomó por sorpresa y eso bastó para despabilarte totalmente. Quisiste arrojarle los brazos encima, pero el edredón estaba apunto de resbalarse por tu espalda. Lo único que hiciste fue corresponderle mientras lo sujetabas de los brazos, notando cuán pequeñas aparentaban ser tus manos a comparación de sus musculosos miembros. Una idea te hizo reír a mitad del beso y Nicholas se dio cuenta.

Nick: ¿De qué ríes, eh?

Tu: De nada. Es sólo que… [volviste a soltar una risita nerviosa] ¿Has estado haciendo ejercicio últimamente, verdad?

Nick: [disimulando el bochorno] ¿Por qué lo dices?

Tus dedos comenzaron a bajar sutilmente desde sus hombros hasta su codo, expresando figuras irregulares mientras palpabas con nerviosismo.

Tu: Lo noté desde que llegamos al campamento. [le miraste avergonzada] Tus músculos han crecido durante estos meses…

Nick: Bueno… [azorado] ¿Te gustan?

Tu: ¿Que si me gustan, preguntas? [reíste con sarcasmo, enrojeciendo aún más] Nick…

Nick: ¿Qué? [disfrutando el momento]. Es por salud, la verdad…

Tu: Claro [poniendo los ojos en blanco]. Son lindos.

Nick: Normalmente no dejo que nadie los toque.

Tu: Ya lo suponía.

Nick: Joe sabe que me molesta que lo haga, así que siempre trata de acercarse y pues…

Tu: [reíste] Tú lo golpeas.

Nick: Pero contigo nunca lo haría [te guiñó el ojo]

Tu: Ah, claro que no [envolviéndote más en la colcha]. Yo te dejaría aturdido, de lo contrario.

Nick: ¿Me regresarías el golpe, entonces? [enarcando una ceja] Porque puedes aturdirme de otra manera.

Tu: ¿Haciendo qué?

Nick: Besándome, por ejemplo.

Sonreíste. Era tan coqueto y picarón; pero sobre todo, encantador. <Mi principe encantador> pensaste. Le jalaste la camisa del pecho arrimándolo hacia ti casi con brusquedad. Con ello lograste desorientarlo un poco porque no reaccionó y se quedó con los ojos muy abiertos. Luego se dejó llevar y posó sus manos en tu cintura.

Le mordiste el labio inferior con suavidad antes de separarte. Te miró con cierto mareo.

Nick: ¿Por qué todo me da vueltas siempre que estoy contigo? [suspiró atontado]

Tu: No lo sé. Jamás te habías expresado de ese modo conmigo.

Nick: ¿Cómo? Es que… Me has tomado desprevenido. [sonrió] Eres tan hermosa.

Tu: Desde luego estás un poco aturdido.

Nick: Bésame otra vez. [hundiendo su rostro en tu cabello] Bésame siempre… Bésame día y noche y te juro, te juro [con la voz ahogada], nunca te dejaré partir.

Tu: [confusa] Nick… No tengo razones para partir. Si yo no quiero jamás me iré… [frunciste el ceño] ¿Estás bien?

Nick: Sí [se aclaró la voz] Lo siento. Es sólo que… Uhm, ¿Dakora sigue dormida?

Tu: Eso creo [volteaste a revisar]. No pasamos mucho tiempo hablando… Bueno, quizás sí. Perdí la noción del tiempo.

Nick: [con gesto serio]

Tu: ¿Ocurre algo? [le acariciaste la barbilla]

Nick: [negó con la cabeza]. ¿Y tú?

Tu: Yo sólo sé que te amo. [sonreíste]

Nick: [sonriendo también] He pensando en ti toda la noche.

Tu: Oh ¿de veras? [impresionada] Bueno… Yo también, antes de dormir.

Aquella afirmación te había nacido algo más como para compartir el momento, porque no mentías, pero tampoco estabas dispuesta a comentarle el motivo por el cual habías pensado en él. No obstante, Nicholas hubo metido la pata la noche anterior lo suficiente como para haber salido malparado, y el rostro se le ensombreció.

Tú no lo notaste. En ese preciso instante Dakota acababa de despertarse y preguntaba por ti.

Dakota: ¿_________? ¿Estás afuera? [adormilada].

Tu: Aquí estoy [abriendo la puerta] Hola.

Dakota: Oh. ¿Qué haces allí? [Nick se volvió] ¡Ah, bueno! De haberlo sabido antes, no los hubiese interrumpido. Seguro estarán esperando a que desocupe la tienda para que entren ustedes dos…

Tu: Puedes quedarte ahí dentro, [sonrojada] descuida..

Dakota: No. Mejor que se besen aquí que a correr el riesgo allá afuera [poniéndose de pie mientras se tallaba los ojos] De todas formas, tengo que volver a la cabaña. Me temo que voy a llegar tarde con las chicas, comoquiera.

Tu: ¿Tenías ensayo temprano? [sorprendida] ¡Lo siento mucho! ¿Por qué viniste entonces? No debí haber insistido.

Dakota: No te preocupes [con sus cosas en mano, saliendo de la tienda]. Me ha gustado venir.

Nick: Hola, Dakota. Buenos días.

Dakota: Hola Nick [bostezó] Odio que me vean así. ¿No pueden dejar de mirar? Mi cabello estará hecho un asco.

Tu: Nick me ha dicho que el mío está horrible. Ten calma. [le animaste]

Dakota: Por eso me traje una gorra [poniéndosela en la cabeza]. ¿Te importa que no me quede a ayudarte a quitar la carpa? Tengo que irme ya. Puedo venir más tarde, pero no sé si tú…

Tu: Ya vete, mujer [reíste] Te están esperando. Yo me ocupo de levantar la carpa.

Dakota: ¿Segura? Okay. ¡Hablamos más tarde! Tengo que correr [se despidió y se fue]

Nick: Dakota… [murmuró mientras la veía marcharse] Duerme como un tronco.

Tu: Pero es muy energética y normalmente amanece de mejor humor que Marilu [reíste]. Dime ¿tú también tienes que ir a hacer algo?

Nick: ¿Tú no tienes nada qué hacer aquí? [entornando los ojos con una media sonrisa]

Tu: Vine a base de puros engaños y ahora eres tú el único que me sujeta a estar aquí [señalaste sin mirarlo]. No me queda otra cosa más que esperar a ver cuándo vuelves.

Nick: Tú sabes dónde encontrarme. Sabes que puedes ir a ver las escenas.

Tu: Y sé que por eso no te vas y eso lo hace ver más complicado. Estás aquí trabajando y yo no puedo interrumpirte. Lo único que me queda es aguardar a que termines y recibirte con cariño.

Imitaste su media sonrisa. Nicholas sintió como despertar de un sueño cuando entrelazaste tus dedos con los suyos, dándole un suave apretón de pura ternura. Él suspiró y te miró con un dejo de tristeza.

Tu: ¿Tienes algo? Aún no me respondes si ya debes irte a filmar.

Nick parpadeó.

Nick: Estaba pensando si me alcanzaría para ayudarte a guardar tu campamento… [poniendo los ojos en la tienda]

Tu: ¿Eso? ¡Ah, no importa! Me cambio de ropa y salgo en un rato a dejar limpio aquí. Seguro Analy está en las mismas que yo y me echará una mano. Puedes irte, si quieres.

Nick: La verdad, no quiero.

Tu: ¿Tengo que echarte, pues?

Nick: [sonrió ligeramente] ¿De veras serías capaz de pedirme… que me vaya?

Tu: Si es por tu bien, claro que sí. Ahora, puedes marcharte [dándole empujones en el pecho] Anda, te esperan para grabar, super estrella.

Nick: [siendo arrastrado por ti] Jaja, ¿a dónde piensas llevarme? ¿Piensas siquiera llegar muy lejos?

Tu: No sé a dónde tengas que ir tú [siguiéndolo empujando] Tú… sólo… ve… [resoplaste] Y nos veremos más tarde.

Nick: ¿Lo prometes? ¿Si me voy querrás verme volver?

Tu: Siempre quiero verte volver, dulzura [tomándole del rostro por las mejillas] Jamás pienses lo contrario. Yo siempre estaré aquí esperándote, igual que lo estarías tú para mí.

Nick: [conmovido, colocando sus manos sobre las tuyas] Me gustaría que todo, todo… Completamente todo terminase ahora. Para estar a tu lado.

Tu: Para que termine, tendrás primero que filmar la escena de hoy ¡Ya vete!

Nick: [te besó en la frente] Voy a estar cerca del lago. Si quieres ver yo estaré allí.

Tu: Te pondrás nervioso.

Nick: Soy profesional.

Tu: Eso no evita que te maree mi presencia [le guiñaste un ojo]

Nick: En serio ¿desde cuándo eres tú la pícara? [entre risas]

Nicholas te dedicó una enorme sonrisa, mucho más animado que antes, para después dar media vuelta y alejarse de allí, con tus ojos vigilándolo paso por paso.

Pensaste que habría sido muy lindo que después de que Dakota se fuera, la hubiesen obedecido y se hubiesen metido a la tienda de campaña los dos para permanecer allí por horas, sin que nadie se atreviese a molestarlos, hablando y dándose muestras de cariño, hasta el siguiente amanecer.

Te sobrepusiste al deseo de correr detrás de él hasta alcanzarlo, abrazarlo por la cintura y acompañarlo a donde sea que él fuera para luego quedarte todo el día observando las escenas en las que actuaba, embelesada. No habías asistido a todas las grabaciones. De hecho, preferías quedarte con Analy y con cualquier otro amigo que te encontrases por el camino. Conocías bien a Nick y no habías mentido cuando le dijiste que se pondría nervioso. La última vez él había admitido que le sudaban las manos solo con pensar que tú lo mirabas a sus espaldas, mientras él trataba de recordar sus líneas. También confesó, en un momento de total sinceridad, que antes de que volviesen a estar juntos había llamado a Chloe por tu nombre, cuando filmaban una escena de Nate y Dana, porque no paraba de pensar en ti. 

Todo eso te parecía muy tierno de su parte, y desde entonces, decidiste que si ibas a verlo lo harías a escondidas, sin que él te viese por allí. Cuando grabaron Introducing Me fue diferente. Pero, allá por donde te viera, si no se ponía nervioso se distraía por completo dedicándote breves sonrisas e intensas miradas.

<Actuar en televisión no es lo suyo> pensaste. Definitivamente Nicholas se desenvolvía mejor en un escenario, con la seguridad de su guitarra. En las entrevistas se llevaba el asunto bastante bien, puesto que casi nunca estaba solo, pero siempre se controlaba y sabía mantener las cosas en orden. Además, jamás tenía que ser otra persona; se limitaba con actuar como él solo. <No hay muchas cosas que puedan alterarlo, la verdad> musitaste. Sabías que se presentaba en público desde que era sólo un crío, en Broadway. Allí también actuaba, y en todos los vídeos que habías visto (incluso aquellos que Denise decidió mostrarte sin el consentimiento de su hijo), actuaba con pasión. Igual que cuando cantaba. No podría ser más talentoso.

<Pero esos son musicales> reflexionaste <Por eso le sientan taaan bien>. Terminaste concluyendo que debería esmerarse mucho más si algún día esperaba aspirar por un Globo de Oro, un Oscar o algo por el estilo. No obstante, sus ambiciones no se dirigían en ningún sentido a tratar de vivir de películas o series de televisión. Él triunfaría, como hasta ahora, con aquello que más le apasiona, y aquello era la música.

Pronto volviste a la realidad. Estabas de pie mirando un punto perdido en el que Nicholas ya no estaba, vestida en pijamas, con una colcha sobre tus hombros y el cabello peinado por tu almohada. Aquello no tardaría en convertirse en un acto público vergonzoso, en especial si el que te veía era Joe, pues te torturaría por semanas con bromas. 

Agarraste tus pertenencias entonces, y entraste a tu cabaña. No se habían quedado a dormir muy lejos, tan solo un poco más cerca del follaje de los árboles que empezaba a espesarse a la entrada del bosque. Descubriste que Analy seguía bajo las sábanas, respirando tranquilamente en una de las camas. Por otro lado, Marilu yacía también tendida sobre la suya, pero ya vestida y con los ojos bien abiertos.

Tu: ¿Qué te pasa, eh? No me digas que te quedaste dormida y no irás a trabajar. [bromeaste]

Marilu: Ah, no. Un aparato de la cabina se descompuso y dijeron que esperaríamos a que alguien viniese a cambiarle no sé que cosa. [explicó monótonamente] Iré más tarde a ver si ya lo han resuelto, pero quise regresar aquí a relajarme un poco.

Tu: Pareces cansada.

Marilu: Imagina la cara que puse cuando me dijeron que pude no haberme despertado temprano hoy. [expresó ausente]

Tu: Oh, ahora comprendo [te echaste a reír]. Ya estás despierta ¿qué más da?

Marilu: [sonrió] Ya lo sé. ¿Cómo la han pasado afuera? ¿Dakota murió en el intento?

Tu: Ni que hubiese sido un acto suicida, Marilu  ¬¬. Dormimos bien y nos hemos divertido.

Marilu: Qué bueno. Temía que alguna de ustedes hubiese vuelto tocada o algo así.

Tu: [rodaste los ojos]

Marilu: ¿Sabes qué escena estuvieron filmando anoche?

Tu: No. ¿Cuál? [con curiosidad]

Marilu: Aquella en la que Joe y Demi se besan.

Tu: [parpadeaste] ¿En serio?

Marilu: [asintió]

Tu: Bueno, pero si le miras del lado artístico… Los que en verdad se besan son Shane y Mitche, los personajes. [intentaste aclarar, viendo el por qué estaba tan meditabunda] Joe y Demi sólo siguen algo que está escrito en el guión. No actúan por su cuenta. No significa nada ¿Me oyes?

Marilu permaneció inmutable por unos segundos más, con la vista perdida. Abriste la boca para añadir otra cosa más, pero después echó un suspiro y parpadeó, despabilándose. Encontraste el brillo en sus ojos grises y sonrió, contenta. Su gesto te llenó de alivio.

Marilu: Ahora sabes por qué tuve la noche libre ayer [murmuró]. Estuve nerviosa por bastante rato. Joe me aseguró que no pasaría nada, que me amaba mucho y que un beso era sólo un beso si no estaba escrito en el guión de su corazón o algo por el estilo. [sacudió la cabeza, evocando el momento, contenta] Propuso venir a hablar luego conmigo, al terminar de filmar, pero le dije que confiaba en él y que hablaríamos por la mañana.

Tu: Vaya… Conque al fin confías en él. [sonreíste, aliviada]

Marilu: No. Siempre he confiado en él. En la que nunca he confiado es en Demi, pero eso ya no importa. Todo ha pasado.

Tu: Estás loca [le diste un golpecito en la cabeza]. Haces todo un show por esto. Si yo fuera Demi en una versión grotesca y retorcida, disfrutaría de tus celos.

Marilu: Tú estabas celosa de Chloe al principio [te acusó con mirada burlona]

Tu: Bueno… Eso ha sido hace mucho.

Marilu: Ah, ¿es que nadie te dijo que era cierto que iban a incluir un segundo beso? ¡Nate y Dana, al final del Final Jam!

Tu: [frunciste el ceño] No es verdad.

Marilu: [riendo] Pues no. Pero ya me imaginaba tu cara de horror.

Tu: [sonreíste] ¿Y ahora? ¿Qué es eso de que los celos para ti ahora son algo de broma?

Marilu: Supongo que no vale la pena. Es mejor reírse de un mal chiste que darle bofetadas al que lo cuenta ¿O no?

Tu: ¿Y me tengo que reír…?

Marilu: [rió] Hazte un lado, quiero estirarme un poco.

Te apartaste un poco de su cama, en la cual te habías sentado para charlar con ella. Marilu se puso de pie, se desperezó y volvió asentarse contigo, radiante.

Marilu: Por cierto, acabo de acordarme que Joe me dijo que tenía una sorpresa por darme.

Tu: ¿Sí? ¿Qué es?

Marilu: Es una sorpresa, ________. ¡Es obvio que se supone que no lo sé! [dijo sonriente]

Tu: Oh, se supone. [repetiste enarcando tus cejas].

Marilu: Bueno, sospecho que nos llevarán al concierto de Kings Of Leon.

Tu: ¿Nos llevarán? ¿Cómo?

Marilu: Ay, vamos ¿Tan mala fan de los Jonas eres? ¡Si a ellos les encanta Kings Of Leon!

Tu: Jaja, ya lo sé. Yo siempre te ganaba en los tests de ellos [rodaste tus ojos] Pero ¿cómo estás tan segura? Nick no me ha dicho nada.

Marilu: [desconcertada] Oh… Entonces quizá no tarde en decírtelo. No creo que se atrevan a no ir. Es mañana.

Tu: ¿Mañana? [aturdida] No sé. Nick… Nick estaría muy emocionado. Pero si Joe te invitó es porque quieren que les hagamos compañía [sonreíste], y de todas formas, no creo que pudiesen habernos dejado a un lado.

Marilu: ¿Verdad? Creo que muchos del elenco aprovecharán para asistir al concierto. Esperaba que él dijese algo al respecto, porque hace mucho, cuando salieron las fechas del tour y me comentó que estarían por estos rumbos, me preguntó si me gustaría acompañarlo…

Tu: ¿Esto es lo que las novias normales hacen, no? [añadiste de pronto, emocionada] Los chicos invitan a las chicas a un concierto y se la pasan la noche coreando las canciones y bailando y todo eso.

Marilu: ¿Y tú me ves cara de extraterrestre a mí o qué? [te espetó y tú reíste] ¿Soy tan anormal?

Tu: Ya, tú sabes a lo que me refiero. No todas las chicas tienen a nuestros novios.

Marilu: Pero te equivocas en algo… [rió] Si fuera por ellos, nos llevarían a conciertos todas las noches de su vida. A sus conciertos.

Tu: Pero imagínate a Joe abrazándote mientras cantan, no sé, Use Somebody.

Marilu: Ó Sex On Fire [echándote una mirada].

Ambas se echaron a reír.

Tu: Oh, por favor… [sin parar de reír] ¡Te encanta pervertir a la gente!

Marilu: ¿Yo? ¡Si sólo es el nombre de una canción… JAJA!

Tardaron un rato más en calmarse. Tampoco querían estallar en carcajadas muy fuerte, pues Analy seguía en pleno sueño y no era su intención despertarla.

Tu: Oh… En caso de que Nick me invite…

Marilu: Ya sabemos que te va a invitar [interrumpió]

Tu:… pues, no me sé más que esas dos canciones. Sé que la banda es buena, pero no he escuchado más que sus hits de la radio [enrojeciste] Tú te las sabes, pero Nick tendrá que cantar sólo.

Marilu: [frunció el ceño] Pero ni que fuera a dejarte a un lado sólo por eso. Si no canta un rato, estará besándote hasta tragarte.

Tu: ¡Marilu!

Marilu: Bien que te gusta.

Tu: Ya basta [tratando de no reír] En fin…

Marilu: Analy también vendría ¿no? Sería injusto ir sin ella.

Tu: Estará con Kevin, seguro.

Marilu: Eso significa que no nos besaremos mucho, entonces [opinó mientras la miraba tendida en su cama] Será incómodo para ambos.

Tu: A lo mejor Kevin va con Dani.

Marilu: ¿Y en dónde dejamos a Anny?

Tu: Oh… Significa entonces que no será una cita tan romántica, después de todo.

Marilu: No tiene porque no serlo. Van a ir los tres. En algún momento estaremos nuestra tríada de chicas y su tríada de hermanos. Siempre que estamos así terminamos divirtiéndonos.

Tu: Una cita bonita, al fin y al cabo [susurraste]

Marilu: Enamorada [te llamó, cortando tu suspiro]. A ti no te lo había contado, pero no pienso acompañar a los muchachos al tour en Sudamérica.

Tu: Ah, es verdad. Joe me lo contó.

Marilu: [sorprendida] Oh ¿de veras? ¿No te habrá dicho algo malo, verdad?

Tu: Claro que no [sonreíste tranquilizándola]. Lo veía muy orgulloso por ti.

Marilu: [impresionada] ¿Orgulloso…? ¿Por qué?

Tu: Dijo que le fascinaba el hecho de que quisieras luchar por lo que ambos tienen.

Marilu: Ay, Joseph. [enternecida] Es un amor.

Tu: ¿No quieren casarse después de la boda de Kevin? Ustedes ya están hechos el uno para el otro. Tienen el viento a su favor.

Marilu: Si eso sucediera, lo cual creo infinitamente posible al menos hasta un par de años [entre risas], serías la primera, sino la segunda, en enterarte. Además, te pediría que fueras mi dama de honor.

Tu: Awn. ¡Marie! Eso significa mucho para mí, en serio.

Marilu: Oh vamos. ¿Pensabas lo contrario? [te empujó con su hombro] ¿Y cuándo Nick y tú se casen?

Tu: Si es que pasa, pasarán también unos años… Por Dios, a penas tenemos 17.

Marilu: Pueden fugarse y casarse en secreto [se encogió de hombros]. A mí no me importaría viajar hasta una cueva para presenciarlo. ¡Ah! Siempre y cuando tenga aire acondicionado.

Tu: Pff. Jaja. Bueno, en ese caso…Sí. Tú también serías mi dama de honor. En ese y en cualquier otro caso.

Marilu: ¡Genial! Ahora sólo falta proponérselo a Analy y escribir el felices por siempre. [saltó de alegría]

Tu: ¡Tranquila! ¡Vas a despertarla!

Marilu: Oye [volviendo a la realidad] ¿y tú irás a Sudamérica?

Tu: [cambiando el semblante] Uhm, no. No iré.

Marilu: Vaya. ¿Por qué?

Tu: Le prometí a papá regresar [alzando tus hombros] Además, los extraño. Así que… prácticamente también me lo he prometido a mí misma.

Marilu: Tienes tus razones, amiga. ¿Nick qué dijo?

Tu: Ah, pues… Bueno, él no lo sabe. No que yo sepa.

Marilu: [confusa] ¿Eh?

Tu: Él no me lo ha preguntado.

Marilu: No tardará en hacerlo. [aseguró, aún desconcertada]

Tu: [sonreíste] Quizá ya sepa mi respuesta y no quiere hacerme sentir presionada.

Marilu: Quizá… [pensativa] De todas formas, podrías confirmárselo.

Tu: No… No creo que sea buena idea. Mejor que me diga primero, luego le explicaré mis motivos. Tiene que entender, no habrá problemas.

Marilu no respondió. Escuchó perfectamente tus palabras, pero sus pensamientos le parecieron más importantes. <Sí. Ojalá que él le diga primero. Ése canalla…> masculló. <No, no. Son imaginaciones tuyas. Ya los has visto un montón de veces juntos.> reconsideró, manteniendo las esperanzas ante todo aquello.

Analy no tardó en despertar. Ella siempre solía amanecer con buenos humos, pero en esa ocasión, lo primero que dijo fue que tanto Marilu y tú, hablaban como cotorras.

[–Más tarde–]

Tu: Se me ha ocurrido una idea [saltaste y corriste al otro lado de la habitación]

Nick: ¿Qué? [sin apartar su mirada de ti]

Tu: Tomaré la guitarra de Kevin. No le importará ¿cierto?

Nick: Noup [masticando un pedazo de sándwich]

Era la hora de la comida y ambos habían optado por robarse algunos lonches y pasarse el rato libre a solas. Nick descubrió que Joe y ________ se sentaron cerca del lago, junto con Analy y otros muchachos, por lo que terminaron descansando en el interior de la cabaña Jonas.

Se tiraron en el piso al rededor de un montón de almohadas mientras comían un poco y charlaban. Nick estaba muy tierno y contento, más de lo normal, y tú no podías quejarte detenerlo tan cerca tuyo. Y a solas.

Nick: ¿Vas a tocarme alguna canción? [trató de adivinar mientras te acercabas con la guitarra acústica]

Tu: Más o menos, pero no.

Nick: ¿Me harás que te toque una canción? [sonriente]

Tu: Algo así, pero necesito que tú también tengas tu guitarra a la mano.

Nick: [desconcertado] Oh. Yo sólo estaba bromeando.

Tu: No, no. Tú también debes tener una guitarra. ¿Dónde está? Puedo traértela.

Nick: Descuida, voy por ella.

Nick se puso de pie y subió al segundo piso. Un minuto después bajó con su propio instrumento, aún algo confuso.

Nick: ¿Qué vamos a hacer?

Tu: Algo que nunca hemos hecho. [sonreíste] Vamos a cantar una canción juntos.

Nick: [abriendo la boca para decir algo]

Tu: Está bien. Ya sé que lo hemos hecho antes… Pero nunca así [le enseñaste la guitarra de Kev, en tus manos] Sé algunas canciones de la banda. Pensé que podíamos tocarlas juntos y pues… cantar un poco.

Los ojos de Nick relucieron. Claro, nunca habían hecho eso. Normalmente era sólo alguno de los dos el que tocaba el piano o la guitarra. Nick siempre cantaba. Tú, en una que otra ocasión, pero no mucho. Era una suerte cuando te nacía cantarle a él cosas al oído. Les gustaba corear canciones juntos, de eso no había duda. Siempre te gustaba estar acompañada porque él era la estrella… Pero sabías que Nick ansiaba que tú supieras reconocer tu propio talento y que ya no te esmeraras tanto en ocultarlo. Tocar era una cosa… pero cantar.

Tu: Me temo que las canciones tuyas y tus hermanos son las únicas que nos sabemos ambos. Y son mis favoritas.

Nick: Si lo que quieres es eso, entonces dime tú la canción.

Tu: Mmm… Bueno… [empezando a apenarte] No me las sé todas. Tampoco soy un as como tú.

Nick: Dime la que sea. No creo que haya alguna que no me guste, [bromeó] todas las escribí yo.

Tu: [sonreíste] Pues… Still In Love With You. Esa es mi canción favorita.

Nick: ¿En serio? [confundido] Pensé que dirías When You Look Me In The Eyes, o Please Be Mine.

Tu: Me sé ambas [apresuraste a decir] Cualquiera de los dos está bien, si tú prefieres…

Tenías los nervios de punta.

Nick: No, no. Still In Love With You es perfecta. Las demás te las he dedicado ya un montón de veces. El otro día me dijiste que solía repetir siempre la misma rutina…

Ambos sonrieron.

Tu: Bueno. Espero no equivocarme [ajustando las cuerdas]

Y no lo hiciste. O al menos, no para que Nick se diese cuenta al respecto.

Ambos empezaron a tocar Still In Love With You acústica. Él comenzó a cantar primero, como siempre, pero en parte para infundirte ánimos. Cuando llegó el primer coro, ya te habías respirado una bocanada de aire, decidida a cantar. Le acompañaste casi como Joe lo haría de estar allí, pero la canción te gustaba tanto que te metías a cantar las partes de Nicholas con placer. Él no deseaba apartar su voz de la tuya. Le parecía, en el fondo, una combinación musical perfecta. Y a ti te calmaba que su voz no desapareciera del todo.

Acabando eso, siguieron con BB Good. Ninguno quiso hacer la parte de Joe de «I don’t wanna hurt you, I wanna kiss you» del modo en que a él le gustaba gritarlo, pero terminaron riendo al respecto porque ya empezaba el coro otra vez para cuando quisieron ponerse de acuerdo. Además, con todo, eso te hizo equivocarte en algunas cuerdas y tuviste que parar por un instante. Eso no paró las risas.

Nick: Eres buena, no te preocupes.

Tu: Tardaba años en aprender estas canciones [confesaste con una tímida sonrisa]

Nick: Supongo que no te sabes ninguna de Lines, Vines & Trying Times ¿verdad?

Tu: No realmente. Pero me encanta Turn Right.

Nick: Es una canción…. bastante linda [acordándose de la letra].

Tu: [desviaste tu mirada, ruborizada]

A Nick se le agitaba el corazón. Esa canción… tenía una letra demasiado fatal. Podría dedicarte mil y un canciones que hablaran de que estaba perdidamete enamorado de ti, porque era verdad. Y a ti te hubiera gustado que te la dedicase, se había dado cuenta con perfección. Pero no, no podía. Por más que quisiese… No podía.

Nick: ¡Love Bug! [exclamó de pronto] Jamás te he dedicado Love Bug ¿te la sabes?

Tu: ¿Love Bug? [olvidándote de lo anterior] ¡Sí! Es perfecta. Toquémosla.

Todo comenzó bien. Al parecer querías ir un poco más rápido, pero nada que los acordes de Nick no pudiesen corregir. De modo que te pusiste otra vez con los mismos tiempos de nada más y nada menos que el maestro y autor, y cantaron. Ya iban a empezar el último coro, aquella parte de la canción donde todos los demás instrumentos se unían, las guitarras cambiaban de acústicas a eléctricas y el suelo parecía agitarse de furor, cuando Nick se detuvo. Intentaste escrutar su expresión, pero él te devolvió la mirada, una profunda y larga mirada.

Acabó por dejar la guitarra a un lado y te tendió la mano.

Nick: ¿Has visto el vídeo de Love Bug?

Tu: Sí, por supuesto.

Nick: Cuando las parejas están en la pista de baile ¿te acuerdas?

Tu: [sonreíste] Cómo no. Luego el ritmo cambia y todos empiezan a dar vueltas.

Nick sonrió. Dejaste la guitarra de Kevin a un lado y te pusiste de pie junto a él, agarrada de su mano. Posó sus manos sobre tu cuerpo y el pecho se te aceleró. Imitaste su posición y sentiste como si la música viniera de alguna parte, casi atronadora, pero hermosa. Ambos la escuchaban, o la percibían. Pronto había sido como si le vieses con el traje blanco puesto, y sus rizos peinados delicadamente hacia un costado. Notabas entonces que tus ropas habían cambiado por un vestido vaporoso y el peinado era mucho más formal, por no mencionar los tacones altos. Todo empezó a dar vueltas.

Te hundiste en los ojos de Nick, maravillada. Bebiste de su sonrisa como un charco de agua a la mitad del desierto y la música continuaba mientras ustedes marcaban al compás del momento, un descontrolado baile que mareaba todo tu ser, pero que te provocaba no separarte de tu amado ni un sólo centímetro. Y no querías separarte ni aunque de pronto todo eso se convirtiera en un maremoto.

No supiste cuánto duró. Ninguno, la verdad. El caso es que bendijeron el momento en que a alguno de los dos (ya no se acordaban de quién había sido realmente) se le había ocurrido bajar los cojines para estar más cómodos, pues terminaron desplomados sobre ellos, muy juntos, pero con el equilibrio perdido en su totalidad y el corazón amenazando con salirse de su puesto.

Cerraste los ojos, intentando respirar. Jamás habías sentido el mundo de cabeza. Nick te apretaba la mano con fuerza, bien fuera para asegurarte que él seguía ahí o porque simplemente necesitaba algo qué sostener ante todo su rededor que no paraba de moverse. Tampoco supieron el tiempo que estuvieron allí tirados, mas bendijeron de nuevo el hecho de que a penas hubiesen tocado su comida. 

De haber sido diferente, el vómito habría estropeado lo romántico del momento, con toda seguridad.

Nick: Oh, _________ ¿dónde estás? [reaccionó turbado] ¿te pegaste?

Tu: Estoy bien, Nick… Sólo algo aturdida.

Nick: Yo igual. Lo lamento.

Tu: Ha sido emocionante. ¿Has escuchado la música?

Nick: ¿La…la música? ¿Cuál música?

Tu: Tú sabes. La música. La que nos hizo bailar.

El hecho de pensar que te hubieses golpeado la cabeza tan fuerte que hubieras perdido la razón hizo que su mundo dejase de agitarse para volver su mirada hacia ti.

Nick: ¿Qué música? [repitió agobiado, al borde de la angustia]

Tu: Now I’m speechless, over the edge. I’m just breathless. I never thought that I’d catch this, Love Bug again… [cantaste en voz baja]

Nick: Ah, no has perdido el juico [respiró aliviado]

Tu: [frunciste el ceño] ¿Qué?

Ya no te importó. Él te plantó un conmovedor beso que hizo estremecerte, de los mejores de tu vida, porque ya ni siquiera sabías si eran ustedes o el mundo los que daban vueltas. Pero allí estaban. Vueltas y vueltas.

[–Por la noche–]

Tu: [acostada en la cama del hotel, intentando dormir]

Marilu: Joe me dijo que iban a llevar a los niños a comer, así que me invitó [explicó a Analy]

Analy: Bueno, diviértete. ¿Ya llevas la llave del cuarto? No esperes a que nos quedemos despiertas para abrirte a madrugada.

Marilu: Puedo irme a dormir con Joe, si esos son tus planes [masculló socarrona]

Analy: Ya, haz lo que quieras [rodó los ojos y le aventó la tarjeta del cuarto]

Marilu: Gracias ¡Duerman bien! Nos vemos. ¡Adiós _______! Le mando saludos a Nick de tu parte. [saliendo]

Tu: [volviéndote hacia ella] ¿Nick va a cenar con ustedes?

Analy: Descansa, __________.

Tu: Pero yo….

Marilu: No sé si venga, pero quédate aquí. Ya sabes que mañana nos desvelaremos.

Analy: Pero mañana no vamos al camping ¿o sí? [desconcertada]

Marilu: Es el concierto de Kings of Leon.

Analy: ¡Ah! Claro. Kevin me dijo que tendrían entradas. ¡Será fantástico!

Tu: ¿te invitó?

Analy: Pues me dijo que nos iban a invitar a las tres.

Tu: A mí no me ha invitado Nick, el muy tonto. [sonreíste] Pero no me molestaría si puedo dormir un poco más por ello… [acomodándote en la almohada]

Marilu: Pobrecita, delira.

Analy: [rió] ¿Cuándo no?

Marilu: [hizo una mueca] Hay algo que quiero contarte, Anny.

Analy: ¿Ahorita? ¿No se te va a hacer tarde¡

Marilu: [miró el reloj] Pfff. Sí. Te digo mañana ¿okay? Pero acuérdame… después se me olvida. Y eso que es muy importante.

Analy: No te entiendo nada [confusa]

Marilu: Es sobre Nick y _________. [murmuraste] No sé si decirle también a Joe, pero…

Analy: Mejor mañana [mirándote de soslayo]. A solas.

Marilu: Mejor [afirmó asintiendo].

Se despidieron y Marilu cerró la puerta. Analy se puso sus pijamas, pensativa. <Entonces Marilu sospecha algo> se dijo a sí misma <Espero que no tema lo mismo que yo>.

Y echándote un último vistazo, apagó la luz y se envolvió en las sábanas.

Mientras tanto, tú soñabas verdes campos en California. Con tu papá asando a la parrilla, Jerry y su familia sentados en la mesa, tu madre sirviendo cubiertos, tus tíos y primos entrando y saliendo por las puertas, el abuelo Harrrie con su palo de golf y Buddy guiñándote el ojo en una de las esquinas de la habitación, dentro de un marco de fotografía. En tus manos tenías una carta de Travis. Marilu y Analy te esperaban en el patio. Sophie hablaba con Dakota de las buenas nuevas. Todos entraban a clases al día siguiente, porque tenías un futuro… Una vida que lejos de viajar, estaba en California. Un sueño.

Al despertar, no recordaste que la familia Jonas apareciera en él.

¿Que sucederá?

¿Qué es eso que piensan tus amigas?

¿Por qué Nick está mortificado?

¿De veras es cierto que Nick actúa raro?

¿Te invitará a su tour en Sudamérica?

¿Cambiarás de opinión si te lo pregunta?

¿Cuándo partirá Analy?

¿Qué pasará en el concierto de KOL?

¿Qué significa el hecho de que Nick no pudiera dedicarte Turn Right?

Creo que hay más preguntas, pero por ahora les dejo estas c:

Gracias por sus comentarios! Me gustaría que hubiera más pero, bah, ya sé que más o menos me lo merezco -.-‘

OH! &disculpen si las letras están muy chiquitas, porque sé que está terriblemente editado. No sé porque WordPress cambia las cosas  .|. pero al menos se entiende, y mientras no me las borre…. Extraño Nirbelog :c jaja.

Entre tanto, he abierto un Grupo en Facebook para todas las que leen la novela! (: http://www.facebook.com/groups/323375691027181/ UNÁNSE! Si es que no las he agregado ya. Podemos estar más conectadas por allí :B

También está mi twitter, claro http://www.twitter.com/cecygoober . Ya en ambas partes avisaré cuándo subo los capítulos restantes ;)

Estoy tan ansiosa porque llegue al final… Parece que ya tengo la idea. Y no puedo aguantar a comenzar ya bien mis nuevos proyectos :’D estoy muy ilusionada. Pero ya entro a la escuela en esta semana, así que otra vez se me reduce el tiempo. Mas no importa.

Además, he leído muchos libros… Pero debería cambiar de autora. Si me pueden recomendar un buen libro (en especial si es de fantasía combinado con amor, porque estoy obsesionada ._.) se los agradecería bastante! Aunque tengo que dejarme de la costumbre de terminar de leer los libros en un día :|

Joe dijo que estarían trabajando en un nuevo álbum en NY! Y estoy emocionada por Nick que va a salir en How To Succeed… Tan orgullosa :’)

Me voy. Cuídense chicas. ¡Las quiero! Recomienden la novela lol :P& COMENTEN! por fis n.n

¡ADIÓS! <3.

.


Capitulo 33 ♥ Segunda Temporada ♥

Capítulo 33

Lavando los trastes, una parte de la conversación que sostenían tus padres se colaba por la cocina. No paraban de hablar sobre lo que la familia haría con la casa. La abuela no podía quedarse allí para siempre, sola. Tarde o temprano le afectaría muchísimo la ausencia del abuelo y lo peor que temían era que aquello de «morir de dolor» por extrañar tanto a su marido se volviese realidad. Tú preferías mantenerte alejada al respecto.

Lo más probable de todo era que tu abuela Emma se fuese a vivir con tus tíos. Ellos poseían una casa mucho más grande, con el suficiente espacio para atenderla a ella y a todas sus necesidades. No quedaba muy lejos; estaba, de hecho, a unos cinco minutos del centro.

Cualquier otro anciano hubiese renegado, no obstante, la abuela fue fácil de convencer. Luego del entierro, hubo hablado abiertamente de todo con Isabella (psicóloga por experiencia) y con su hija. Ella era muy fuerte y lo tomó con calma porque sabía que su salud estaba de por medio, además de las emociones de toda su descendencia.

– No es tanto que me suba la presión ¿sabes? – confesó entre susurros mientras la ayudabas a subir unos cuantos escalones.- El tiempo hará lo suyo, y no quiero que el resto se mortifique por mí. Buddy tenía un gran corazón y por supuesto que lo extrañaré. El viejo se verá decepcionado si llego antes de tiempo – suspiró con voz cansina-. Por más que quiera continuar el camino hasta él, sé que no es momento para rendirme. Vivir es algo apasionante.

Tus ojos se anegaron en lágrimas al escucharla murmurar aquello con todo el sentimiento que su sabio corazón despedía. Obviamente, que la abuela fuera fuerte significaba un ejemplo para todos los demás. Por lo tanto, la familia debía ser fuerte.

Te secaste las manos con un pedazo de tela rojo y encaje blanco. Parecía casi un adorno navideño. Recorriste la vista por el paisaje que se visualizaba a través de la puerta de la cocina. Amplios espacios verdes por doquier, y alguien caminando a lo lejos, dirigiéndose hasta la casa. Llevaba puesto unos vaqueros y una camisa vieja, así como un sombrero que parecía de paja. Alzó su mano para saludar, sonriente.

Travis: ¡_______! [nombró a unos metros de ti] ¿Adivina qué?

Tu: Buenos días [sonreíste] ¿Qué adivino?

Travis: Voy a tener un hermanito. [anunció contento, sin detener su caminata]

Tu: ¿Có..Cómo? ¿Un hermanito? ¿Hablas en serio?

Travis: ¡Sí! ¡Mi mamá está embarazada! No sé cómo rayos pasó, pero el doctor ya lo ha dicho.

Tu: ¡Oh! ¡Pero qué buenas noticias, Travis! [felicitaste abrazándolo con fuerza] Tu mamá ha de estar maravillada.

Travis: Sí, todos nosotros [asintió enérgicamente]. ¿Sabes qué me contó? Cuando tuvo a mi hermano Marco, tu abuela fue la partera, porque el médico nunca alcanzó a llegar.

Tu: ¿De veras? [sorprendida] ¡Qué cosa! Eso no lo sabía.

Travis: Yo tampoco [se encogió de hombros]. Por eso quiso que se los viniese a avisar.

Tu: Fantástico. Mi abuela no está, ha salido con mi tía al mercado, pero si regresa se lo cuento ¿vale?

Travis: De acuerdo [sonrió]

Tu: Uh… Qué maleducada soy. Pasa, Travis [lo invitaste internándote de vuelta a la cocina] ¿Gustas algo? ¿Agua, limonada? Dime, ¿viniste caminando desde tu casa?

Travis: Sí, agua, por favor. Mi hermano tiene la camioneta y no sabemos dónde se ha metido.

Tu: En nada malo, supongo. [sirviendo el vaso de agua] ¿Cómo está Peeves? Me gustaría salir hoy a montarlo. ¿Crees que pueda…?

Travis: ¡Claro! De todas formas, es tu caballo.

Tu: Gracias [dijiste sentándote con él] Ya sabes cómo hemos estado de atareados… Una buena cabalgata por el río ¿te animas?

Después de la charla que hubieron tenido el miércoles, las cosas entre ambos cambiaron para bien. Como supusiste después de aquel beso, estaban finalizando su historia justo en el instante y dos días después, ninguno pareció afectado. A veces lo mirabas y sentías como si sus ojos reflejaran cierta tristeza, pero él hacía su mejor esfuerzo y tú lo recibías con los brazos abiertos. No querías perder su confianza, su amistad, y Travis parecía estar consciente de ello y lo asimilaba muy bien. Incluso estuviste contándole un poco sobre Nick, pero sólo un poco, porque te sentías incómoda hablándole de él. En algún momento estuviste a punto de preguntarle si era verdad lo que decía cuando mencionó que allí no había ninguna chica como tú y si en serio no le había echado el ojo a alguien en el pueblo después de que te hubieses marchado. De todas formas, él hubo formulado otra pregunta y la cuestión se te escapó entre los dedos.

Tu: ¿Cómo dices?

Travis: Te pregunto que si tus padres ya te hablaron de su partida [contestó divertido, ocultando su pesar mientras ambos andaban tranquilamente sobre el lomo de sus caballos]

Tu: Bueno… Creo que mencionaron algo, pero no les hice caso. Papá tendrá que volver al trabajo pronto, y mamá… también. [frunciste el entrecejo] No me había puesto a pensar en eso. Que yo sepa, ninguno de los dos está de vacaciones.

Travis: A lo mejor pidieron los días, ya sabes, por la emergencia.

Tu: Ah, sí. Seguro fue eso.

Percy echó un estornudo, como a propósito, para acabar con el silencio.

Travis: Muchacho, no me digas que te enfermarás [apremió dándole unas palmaditas del lado del hocico].

Tu: Hablando de enfermos… Te oyes ronco ¿Andas bien?

Travis: Oh, sí. A noche estuve tosiendo un poco y digamos que me duele un poco la garganta.

Tu: Espero que te recuperes pronto [sonreíste]

Travis: Gracias. Yo espero no contagiarte [guiñándote el ojo]

El sábado por la mañana, las maletas ya estaban hechas. No valía la pena quedarse más tiempo, puesto que el mundo seguía girando y tus padres debían volver. Ellos esperaban que les insistieras un poco para demorar la partida, mas tu no te opusiste. Comprendías que entre más tiempo pasaras en el pueblo, más difícil sería la despedida, así como el viaje devuelta a casa. De todas formas, aún no te ibas y el simple hecho de pensar en eso te provocaba nostalgia.

En cuanto a Nick, volviste a hablar con él el viernes por la noche. Fue una breve llamada a larga distancia, pero al menos pudiste notificarle que llegarías a más tardar el domingo. Él respondió, alegremente, diciendo que estaría libre y que haría lo posible por recibirte en el aeropuerto. No obstante, no te hiciste ilusiones: por ningún motivo le permitirían hacer algo tan arriesgado, menos si está trabajando. Cuando se lo comentaste, él refunfuñó, aceptando que ya lo sabía pero que esperaba que le diesen una oportunidad, lo cual parecía imposible.

Así pues, se limitaron a acordar que se reunirían en el hotel, dónde él estaría esperándote con ansias.

Travis: Bueno, hasta luego [resopló con una sonrisa reprimida, sin verte a los ojos]

Frunciste el ceño, desconcertada y a punto de reír. Claro que estaban haciendo lo posible por no entristecerse, pero todo el camino estuvieron riendo y charlando como si nada, que casi olvidaron por qué viajaban al aeropuerto. Ustedes eran los últimos en despedirse, y lamentablemente, en esas circunstancias no podían tomarse en serio. Travis hizo una mueca con ojos bizcos. Estallaron en carcajadas.

Tu: Ese último fue bueno [parando de reír]. Pero, en serio. Ya hay que despedirnos.

Isabella y tu padre los miraban a cierta distancia, junto con el tío Sergio, el mismo que los hubo recogido con rostro de pésame, pero que ahora, sonreía por un chiste.

Despedirse de la abuela había sido más triste, pero mucho más fácil de lo que pensaron. La abuela Emma les dio la bendición a todos, con una sonrisa de agradecimiento y consuelo, así como ojos llenos de lágrimas. Ella no te dijo nada como «Hasta la eternidad» ó «Recuérdame siempre, pequeña» como escuchaste decir de la boca de Buddy la última vez, por lo que supusiste que nadie debería preocuparse: ella estaría bien.

Además, se habían traído dos obsequios por parte de ella y de tu abuelo, por así decirlo: una tienda de campaña (que a tu padre le encantó) y el álbum de fotografías que le regalaste a Buddy, con interminables fotos de ambos. Hubieras deseado que se lo llevara a la tumba, pero una vez en tus manos, estuviste segura que Buddy de veras quería obsequiártelo de vuelta, como muestra de su aprecio y su eterna compañía.

Travis: Bien [finalizó el muchacho, alargando su mano para estrecharte la tuya]. Fue un placer conocerte, ________, y hacer las paces contigo.

Tu: ¿Cuáles paces? [soltaste riendo, y lo abrazaste] Te juro que te extrañaré. Gracias por todo, tú sabes.

Travis: Nah, gracias a ti [sonrió, ciñéndote fuerte]. Sé que al principio no fue muy simple, pero agradezco realmente que hubiésemos hablado sobre nosotros. Además, estoy feliz de que estés con Nicholas.

Tu: Y para mí significa mucho que te lo tomes tan bien, aunque sé… Sé que habrá alguien ¿sí? [le miraste fijamente, sosteniéndole los hombros] Quizás no sea momento, pero sé reconocer corazones heridos, así que espero que la herida no sea muy profunda porque jamás me lo perdonaría. Permite que alguien más venga a untarle un poco de amor ¿de acuerdo? Quiero enterarme de que esa chica sea linda contigo y de que, sobre todo, mejor de lo que yo soy.

Travis: Oye, estás despreciándote. [reprochó entrecerrando sus ojos] No necesito que alguien te supere ¿entiendes? Sólo a alguien que me ame, y que yo la ame. Nadie te igualará por ningún motivo, porque todas las chicas y chicos somos únicos. Además ¿qué quieres? ¿que otra norteamericana venga para compartirle mis secretos de repostería? Todo eso se va contigo.

Tu: Por supuesto [sonreíste orgullosa] De cualquier modo, sabes a lo que me refiero.

Travis: [asintió] Sí que lo sé.

Una vez más se abrazaron. En esta ocasión, las lágrimas no se hicieron esperar. Todos los años vendrías a visitar a un buen amigo, a cabalgar con él y hablar sin parar durante el verano, estaba claro. Fue complicado dejarlo ir, porque tu corazón latía por él en ese preciso instante, emanando sentimientos que sólo y únicamente le pertenecían a él y le pertenecerían por siempre.

Una vez lejos de su alcance, casi al entrar por las puertas en donde esperarían el vuelo, volviste tu mirada. Travis permanecía allí, sonriente, con las manos metidas en los bolsillos de los pantalones. Lo único que deseabas desde entonces, era verlo así: feliz. Pero con otra persona. Una persona que de verdad te superara a ti.

[–Domingo–]

Isabella: ¿Lista? Tendrás que tomar otro avión tú sola para llegar a Canadá.

Tu: Sí, no hay cuidado. Ellos ya saben que llegaré en unas horas.

TP: Quizá sea mejor que llame de nuevo a los Señores Jonas para estar seguros…[comentó nervioso, sacando su teléfono de la chaqueta]

Tu: No, papá. Está bien. No será la primera vez.

TP: Bueno, ¿puedes prometerme una cosa, entonces?

Tu: Eh, claro. Lo que sea.

Isabella: [viéndolos con extrañeza]

TP: Uhm, después de que eso termine… Vuelve a casa. ¿Sí?

Tu: ¿Eh? [desconcertada] ¿Después de que termine qué? ¿La película?

TP: [asintió sin quitarte los ojos de encima]

Tu: Pues claro [te encogiste de hombros] ¿A dónde más habría de ir? Ya he estado lejos de casa mucho tiempo… Extraño mi cama.

Isabella se cruzó de brazos, negando, y mirando hacia el techo con una leve sonrisa. Tu padre se echó a reír y te abrazó.

TP: Es que yo te extraño en casa, cariño. Y tu mamá también, y su familia y tus amigos…

Tu: Igual los extraño a todos, en serio [asentiste con pesar] Pero… ¿Estás bromeando? Papá, no llores [reíste, abrazándolo nuevamente] Estaré en casa pronto ¿de acuerdo? Pase lo que pase.

TP: Sí, sí. Y yo te estaré esperando.

Isabella: Ah, qué escena la suya. Y pensar que por algún momento de mi vida imaginé que no la cuidarías bien, George. [admitió con un dejo de vergüenza] Ven acá, ahora sigo yo, mi hija.

Tu: [abrazándola] Gracias, mamá.

Isabella: Cuando quieras también puedes pensar en mí ¿eh? No sólo debes vivir con tu padre llorón. Si quieres.

Tu: Claro que quiero, mamá. Ya verán. Estaré en casa cuando menos lo piensen.

Isabella: Sin prisas [sonrió] Salúdame a todos por allá, especialmente a Nick. Agradécele de nuestra parte a tu novio que te haya cuidado tan bien el otro día.

Te sonrojaste. ¿Agradecerle? ¿Cómo? ¿Sólo por eso? Si supieran tantas cosas que deberías de agradecerle… Su simple existencia, por ejemplo.

Un avión más. Ya estabas mareada. Definitivamente, el avión de regreso a casa sería el último que tomarías en un buen tiempo. Te gustaba viajar y acostumbrada desde niña estabas, debido al trabajo de tus padres. No obstante, necesitabas un descanso de esa vida tan ajetreada… Y la necesitabas a lado de los que más te querían ¿Y qué mejor que la compañía de tus padres para ello? Se los debías. Los favores que te hacían, las obligaciones de las que te deslindaban… Ellos eran magníficos y no había muchas maneras para compensarles todo eso. Por lo menos, conocías una de ellas: amarlos con todo tu corazón.

<Estaré en casa cuando menos lo piensen> dijiste al despedirte. Bueno, eso tenía muchos significados. 

[–Toronto, Canadá–]

Entré riendo con Hoffman, el fotógrafo de los muchachos, así como con Analy y el Señor Kevin Jonas. Éste último se había tomado la molestia de ir a recogerme por más que le insistiera que estaría bien con Rob, y mucho mejor si Analy también venía. Sin embargo, papá Jonas se creía también papá mío frecuentemente, gesto que nunca he podido reprocharles ni a él ni a su esposa, Denise.

Al abrirse las puertas frente a nosotros en la entrada del majestuoso hotel, todo seguía igual que como cuando lo dejé. Como ya había visto a Analy, ahora ansiaba ver a Marilu. De hecho, quería reunirme con todos y pedirles disculpas por marcharme tan súbitamente, así como explicarles lo que había pasado y evitar así, repetir la historia una y otra vez.

El señor Jonas sólo tocó el tema por un segundo, lo cual agradecí profundamente:

– Nick nos contó enseguida lo sucedido – comenzó él, tomándome de la mano brevemente- De veras lo lamento mucho, ________. Buddy era un gran hombre, pero descuida: el señor lo tiene en sus aposentos y desde el cielo nos sonríe a todos.

Analy sólo asintió ante aquel gesto y dijo – Todo estábamos muy preocupados, pero después de que Nick te llamase, nos tranquilizamos. ¿Sabes? Yo también lo extrañaré.

Me alegré de que fuera ella quien ahí se encontraba, porque si de Marilu se hubiese tratado… Pues, sabemos todos que a veces pone la pata accidentalmente.

SrJonas: Listo, hija. ¿Es todo el equipaje, cierto?

Tu: Todo [asentí], gracias señor Jonas. Siento las molestias, sé que es domingo libre…

SrJonas: Oh, no pasa nada. Descansa un poco ¿quieres?

Tu: Claro, gracias.

Y sin más, giró sobre sus pies y salió de la habitación.

Analy: Dime ¿de veras descansarás?

Sonreí. Aunque estaba exhausta, mi mejor amiga acababa de descubrirme.

Tu: Le prometí a Nick que en cuanto llegara iríamos a reunirnos…

Analy: Uh. ¡Esto se pone cada vez más romántico! [bromeó entre risas]

Tu: Bueno, tú lo conoces… [sonrojada]

Analy: Comoquiera… Estaría bien que durmieras un poco ¿sabes? [aconsejó, preocupada] Seguro estás hecha un lío con el cambio de horario, y los viajes cansan demasiado… ¿Por qué no le dices a Nick que venga acá, o que se reúnan más tarde?

Apreciaba lo que Anny decía aunque no fuese sincera del todo. No estaba realmente preocupada por mi cansancio, sino por lo dolida que podría haber regresado de Europa. Ella estaba en lo cierto. Ambas cosas me incitaban a tirarme a la cama a dormir, pero, extrañaba a Nick, y quería verlo y le prometí verlo. ¿Qué le iba a hacer?

Tu: Iré a buscarlo para decírselo. Tal vez ceda a traerme de vuelta cargándome como bebé… ¿Qué piensas al respecto? [propuse divertida]

Ella bufó, poniendo los ojos en blanco.

Analy: Como gustes. Pero hay de ti si luego te quejas de la cara con la que amanezcas ¿entendido?

Nos echamos a reír. Salió del cuarto y por vez primera, la visualicé como una hermana mayor. La mejor de todas.

Corrí al baño a lavarme el rostro. Nick no tardaría en enterarse de que estaba ya en el hotel y, podría venirme a buscar al cuarto ó iría al lugar al cual nunca acordamos encontrarnos. Tal vez pareciera un juego del escondite, con la diferencia de que ninguno se escondería, sino que trataríamos de hallarnos.

Pero cuando salí al pasillo me quedé en blanco. De veras ¿por qué no acordamos vernos en algún lugar en especial?

Fui a su habitación, la número 176, pero estaba vacía. Traté de agudizar mis sentidos por si percibía su maravillosa voz a lo lejos o su calor emergente por alguna parte, sin resultado. Vagué por los pisos preguntando al que se me apareciera en frente, mas ninguno sabía con exactitud dónde estaba. La cama se me antojó más suave y prodigiosa en ese momento, cuando mis piernas me temblaban y necesitaba un descanso. ¿Dónde rayos se había metido mi novio?

Entonces el teléfono sonó, e irritada, contesté:

Tu: ¿Sí? ¿Quién habla?

– ¿______? ¿Cómo que quién habla?

Parpadeé. Miré la pantalla del teléfono y observé el nombre de Nicholas J con una imagen suya en el centro. ¿Pero cómo no se me ocurrió llamarle?

Tu: Ah, Nick. Llevo buscándote un buen rato, ¿dónde estás?

Nick: Estoy en el salón de eventos. También fui a buscarte al cuarto…

Tu: Oh, gracias al cielo estás en el mismo piso que yo. ¿Salón de eventos? [quise confirmar, mientras torcía en una esquina para aproximarme a dicho lugar]

Nick: Sí ¿Y tú estás..?

Pero en ese momento los dos nos vimos porque justo él salía al pasillo y yo iba a medio camino. Me quedé pasmada. Era tan guapo. Sobrecogida, sonreí de pura emoción, incapaz de reaccionar, como cualquier fan lo haría al verlo por primera vez. Él, sin embargo, sonrió ampliamente aliviado, con entusiasmo, y alborozado vino precipitándose hacía mí. Apenas  alcancé a dar dos pasos cuando él ya me tenía acurrucada en su brazos, extasiada de alegría.

Me estrechó fuertemente, como si no nos hubiésemos visto en semanas, meses, años… Parecía irreal con cuánto júbilo me tenía entre sus brazos, acariciándome, besándome, susurrando mi nombre… Y yo no hacía más que lo mismo, pero un poco más torpe, puesto que seguía embobada, incapaz de manifestar abiertamente mi regodeo, especialmente porque Nick casi ni me dejaba respirar. Por supuesto, nada de eso me incomodaba, porque me sentía querida.

Tu: Nick…

Nick: ¿Sí?

Tu: Te extrañé. En serio.

Nick: Yo también, bonita [murmuró, acomodándome un mechón por detrás de la oreja]. Pero pensaba en ti todo el tiempo.

Suspiré. El momento era perfecto. Todo estaba silencioso. Podía advertir su respiración agitada, así como su conmocionado pecho subir y bajar frente a mí. Sus ojos brillaban con un destello de felicidad… pero también de otra cosa que no supe definir. No era tristeza, tampoco desasosiego. Parecía, como pesadumbre…

Fruncí el ceño.

Tu: Oye, estoy bien ¿sabes? [tranquilicé, sobándole la mejilla]. Me gustaría contarte tantas cosas del viaje pero… No hay mucho qué decir. Sólo que me divertí y lloré un poco.

Nick pareció un tanto desconcertado. Pensé que tal vez no hube acertado en los motivos de su pesar, pero continué.

Tu: Buddy… Descansa del lado de mi madre, ahora. Y, me encontré con Travis [escupi lacónicamente] fue muy lindo. La abuela Emma se entristeció mucho, pero es tan fuerte… Ya lo superará. Salimos a dar paseos y me sentí en mi hogar nuevamente… Cerca de… [sacudí mi cabeza] Necesitaba regresar. De hecho, extraño California. Y ya te extrañaba mucho a tí…

Él sonrió con ternura. Sus ojos mostraban comprensión. Me sentía tan segura y tranquila tan cerca a él. Me puse de puntitas y le besé con dulzura. Él me sujetó de la cintura, solamente, porque era de esos besos que saciaban algo mucho más profundo y adorado. Sin pasión, sin presión, sin deseo, sin emociones fuertes… Sólo querer, palpar, agradecer, despertar, tratar con cariño… Me sujetaba de la cintura, porque me quería demasiado como para dejarme ir, otra vez.

Nick: No sé si este loco, pero me siento la persona más afortunada del mundo.

Tu: Puedes estar loco, siempre y cuando yo comparta tu locura.

Nick sonrió.

Nick: Te tengo una sorpresa. Ven. [me tomó de la mano]

Tu: ¿A dónde?

Nick: Aquí adentro. Anda, entra. [abriendo la puerta de la sala por donde había salido]

Tu: ¿Y qué se supone que…? Oh, un piano.

Nick: Pero no es cualquier piano.

Tu: Oh ¿Es…?

Nick: Sí [asintió]. El regalo que me diste.

Tu: Vaya, es bellísimo. Yo no lo había visto. Me alegra que tu mamá haya arreglado las cosas porque de lo demás yo no me entere.

Nick: Pero tú fuiste la de la idea, y eso me importa mucho.

Cogió un ramo de rosas rojas que yacían sobre la caja del alucinante piano blanco. Me lo dio.

Tu: Gracias, Nick. [enternecida] Son muy lindas.

Ambos: No tan lindas como tú. [se echaron a reír]

Tu: Siempre lo dices…

Nick: Siempre digo la verdad [guiñó un ojo]

Tu: Bueno… [vacilé observando al piano] ¿Qué canción me cantarás?

Nick: ¿Pero cómo..? [divertido]

Tu: Ya sabes, [te encogiste de hombros] conozco el itinerario.

Nick: [sonrió] ¿De veras lo hago muy seguido?

Tu: Digamos que es propio de ti… Me gusta.

Nick alzó los cejas sonriente y complacido. Tomó asiento en el banquillo que se situaba frente al teclado y se acomodó.

Nick: Vamos, siéntate. [señaló un espacio a un lado suyo] A menos que desees escuchar de pie.

Sin responder, me coloqué a su lado. Una memoria se me vino a la mente.

Tu: ¡Ah, dejavu!

Nick: ¿En serio esto había pasado antes? ¿Cuántas veces? [aturdido]

Tu: No, es que ¿te acuerdas nuestro primer mesversario?

Nick: ¿mesver…? Ah, sí. Palabra de Marilu ¿no? [rió] Creo que sí.

Tu: Tú te pusiste a tocar When You Look Me In The Eyes en tu jardín y me diste un peluche, chocolates, flores…

Nick: Qué detallista.

Tu:… Nos fuimos al centro comercial, compramos helados, nos paseamos…

Nick: ¿Y los papz? [confundido]

Tu: … Te llevé a los Go-Kars y después fuimos a McDonalds porque era tu restaurante favorito de comida rápida…

Nick: ¡Ah sí! Recuerdo los Go Kars…

Tu: …Vimos una película en esos ¿cómo se llaman? Los cines al aire libre con las pantallas gigantes y nosotros estacionados en tu Mustang…

Nick: Aguarda, [haciendo memoria] conozco el final de la historia…

Tu: ¡Oh! Te ayudé a escribir Love is on its way…

Nick: [sonrió]

Tu: … Terminamos en el lugar de nuestra primera cita ¿lo recuerdas? Aquella playa donde bailamos por primera vez mientras tú cantabas Out Of This World, nuestra primera cita y…

Nick: ¿Y?

Tu: Me besaste. [lo miré] Todo el día anduviste de caprichoso sin besarme hasta que llegamos allá y lo hiciste a la misma hora en que me pediste que fuera tu novia. Al mes exacto. Todo eso lo repetimos y…

Nick: Bueno, tú recuerdas todo eso ¿no? Dime la hora en que nos hicimos novios.

Enmudecí.

Nick: Te he cachado. [rió] Quizás no lo recuerde todo con detalle ¿sabes? Pero en mi corazón esos momentos permanecerán por siempre y me los llevaré a la tumba. No obstante, me gusta acordarme de ciertos detalles, como que fue a las 8:47 pm cuando empezamos todo.

Tu: A veces pienso que todo por lo que pasamos, y por como empezamos.. No sé. Me ha parecido una eternidad. Y he cambiado bastante desde nuestro encuentro, al igual que tú. Es como si… Claro, crecimos juntos y aprendimos un montón de cosas. Tú sigues haciendo cosas lindas, pero en ese entonces… Creo que me hubieses comprado Júpiter si yo lo comentaba. Júpiter con nuestro nombre ahí grabado, toda una tienda de jardinería y el departamento de chocolates de…

Nick: [parpadeando] ¿Quieres Júpiter? Haré algunas llamadas, quizás…

Tu: [reíste] Nick.

Nick: Por supuesto, te entiendo [asintió]. ¿Sabes qué corría por mi mente aquellos días? Que acababa de encontrar a la mujer de mi vida y que no quería perderla. La quería a ella y a nadie más. Necesitaba mostrarle que jamás la iba a olvidar y ansiaba que tú tampoco lo hicieras. Era… un meloso total. [enrojeció]

Tu: Sí. Eso de meloso se te ha quitado un poco [te echaste a reír]. Pero ¡vamos! A mí no me incomodaba. Era como vivir un cuento de hadas.

Nick: [te observó]

Tu: [sonreíste tímidamente] Aún lo es.

Nick: Bueno. ¿Me dejarás cantarte una canción?

Tu: Lo siento [volviste a reír] Ya, comienza.

Nick: Okay, se llama… Pero no la he escrito yo. ¿De acuerdo?

Tu: No importa. [sonreí] Casi nunca me dedicas canciones que no sean tuyas. ¿Cuál es, eh?

*LOL. Hace mucho que no hago esto de poner una rayita ______ para estas cosas, pero bien xD se me hace justo porque es su historia :P*

Nick: __________ {inserte aquí su canción de amor favorita (: }.

Tu: Oh.

Nick tocó la pieza. Yo estaba perdida, viéndolo a él, a su rostro, a sus dedos, a su cuerpo… Me pregunté qué haría si de pronto las cosas cambiaran, si por alguna razón aquel hombre se me fuese arrebatado del pecho. ¿Habría siquiera ocasión para eso? Si todo parecía perfecto, tan tranquilo… Acordaba los meses después de mi cumpleaños, donde el camino que tomábamos era el mejor de todos. No había problemas ni terceras personas.

No. Si había una próxima vez, esto sería entre ambos. Lo arreglaríamos entre ambos. O lo terminaríamos por ambos. Con amor.

Mas yo no esperaba que hubiese una próxima vez. Él estaba ahí, conmigo. ¿Quién necesita el mañana, si tenemos para nosotros el ahora?

Nick: Dime, ¿te ha gustado? [al terminar con la última nota]

Sumida en mis propios pensamientos, apenas puse atención a la canción. Sin duda resultó la tonada perfecta para embelesarme al mismo tiempo que contemplaba los serenos movimientos de mi interlocutor. Su mirada clavada en mí me despertó del trance en que me hube hipnotizada por voluntad propia. Sonreí.

Tu: ¿Gustarme, hablas en serio?

[–Nara Nick–]

La tarde entera me la pasé con ella. Ignoraba por completo si mis hermanos o sus amigas ya estuvieran enterados de su llegada, mucho menos de si conocían dónde estaba y quién la acompañaba. No, esta tarde ________ era mía, completamente mía, y no deseaba compartirla con nadie más.

Después de comer un poco en una mesa que hubieron preparado para nosotros los empleados del hotel dentro el mismo salón de eventos donde nos encontrábamos, nos dirigimos a mi habitación. Estaba vacía, como supusimos. La verdad era que la mayoría de los del elenco aprovechaban el domingo libre en los alrededores de la ciudad y sólo muy pocas personas decidieron quedarse en el edificio. ________ y yo éramos unas de esas pocas. Podía notar el cansancio en su rostro, estaba exhausta. Demasiadas emociones agitadas en tan poco tiempo podrían consumir a cualquiera; y yo lo comprendí de inmediato.

Me encaminé a su lado rodeándole la cintura, sin apartarla de mí ni un centímetro durante todo el trayecto. Al subir el elevador, hundí mi cabeza en su cabello, aspirando su aroma con locura. Ella enrollaba sus dedos en mi rizado cabello, describiendo círculos por todos lados hasta mi nuca. Cerró los ojos. Palpó con sus manos cada parte de mi cara, como adivinando dónde se encontraba cada cosa y reconociendo así, que era el mismo muchacho del que se había enamorado años atrás. Con sus caricias, no pude evitar sumergirme en un mar de colores brillantes que me cegaba, por lo que también cerré mis ojos, disfrutando del momento.

Claro, cualquiera que hubiese entrado al elevador nos hubiera sorprendido al punto de violar una intimidad que, al menos yo, consideraba únicamente nuestra de una forma bastante especial. Pero no nos importó o quizá ni siquiera nos detuvimos a pensar en ello. De todas formas, en ningún momento las compuertas se abrieron para dar paso a alguien más. En mi interior, lo agradecí profundamente. Tendida en mis brazos, ________ parecía hundirse en mí, dejándose sorber por una energía que nos mantenía unidos, tan unidos que simulábamos a uno solo.

Entrando a la habitación, busqué a tientas el interruptor de la luz. Con ________ acurrucada en mi pecho y casi dormida de pie, no podía moverme demasiado. Me rendí ante ella y la sujeté por las piernas, levantándola finalmente del suelo y llevándola hasta la cama, a oscuras. La luz llegaba a colarse un poco entre las cortinas, mas podía captar perfectamente la expresión de inmensa serenidad que rondaba por su rostro y me enterneció.

La coloqué con suavidad sobre el colchón, cuidando que su cabeza descansara sobre una de mis almohadas. Tiré de las sábanas y la arropé. Ella se limitó a removerse en sueños.

Me asomé a la ventana. Tal vez, si estuviéramos en el campamento, la naturaleza le habría devuelto la energía de la que siempre rebosaba y el sueño no se hubiese interpuesto en su estadía. Por otra parte, quizás al aire libre se hubiera tirado con gusto a dormir por horas y horas en un maravilloso y natural sueño reparador.

En cualquier caso, ella había decidido dormirse en mis brazos, y aquel pensamiento me hizo volverme hacia ella, dándome cuenta que mi puesto de vigía se encontraba a su lado, reposando junto a ella. Sintiendo su contacto.

Así pues, me posicioné a su derecha para velar su sueño. Apenas volvía a cubrirla con las mantas cuando sus ojos parpadearon, fijos en mí. Adormilada, sonrió contenta por mi presencia; pude leerlo en su gesto. Le devolví la sonrisa.

Tu: Acércate más [en voz baja]. Estás muy lejos.

No eran ni dos palmos lo que nos separaban, pero yo ya estaba socorriendo sus deseos. ________ me echó los brazos encima, colocando su cabeza sobre mi pecho. Noté que volvía a abrir los ojos. Mis manos recorriendo el contorno de su rostro con suavidad, a lo que ella reaccionó encogiéndose aún más cerca mío. Suspiró.

Tu: Analy quería que descansara. [murmuraste] Le he dicho que habíamos quedado en vernos, y me dijo que lo mejor sería que lo hiciéramos después o que tú fueses a mi cuarto y que ahí nos la pasáramos… Me alegra haberla desobedecido. [juguetona] Me siento más tranquila aquí.

Nick: ¿Tranquila?

Tu: Sí… No es que esté preocupada por algo [sacudiste tu cabeza]. Para nada. Pero… ¿Qué sientes, Nick? Dime qué sientes cuando estoy contigo. Cuéntame qué es lo que te alienta a estar conmigo.

Su voz se escuchaba apenas audible, como si hablara en sueños. Sus ojos eran dos rendijas delgadas, escondidas entre una cascada de largas pestañas. No sabía con seguridad si aquello lo decía totalmente despierta o pensando que se trataba de un bonito sueño. De pronto, un recuerdo apareció en mi mente rompiéndome el corazón por completo. 

En mi memoria estaba ella, con los ojos empañados y hablando fuera de sí ; inconsciente de todo lo que hacía y decía. Aquella noche jamás la olvidaría por cuánto nos hubo afectado a ambos. Ella, despedazada con el alcohol corriendo por sus venas, y yo, descorazonado por tanto sufrimiento que causaba en su alma. Resoplé alejando lo evocado.

_______ no merecía volver a pasar por un episodio similar, aunque esa noche hubiésemos pasado la noche juntos, como ahora. Su mano encontró la mía volviéndome a la realidad; sonreí. Bueno, despierta o no, nada me impedía responderle con sinceridad lo que acababa de preguntar.

Nick: ¿Qué siento cuando estás conmigo? Vaya… Siento tantas cosas. Me siento completo. Alegre y vivo. Pienso que es como si me fuera a un retiro espiritual, o algo por el estilo… Porque tú me traes tanta calma, tantas emociones que sólo he encontrado a tu lado. Y me gustan.

Tu: [sonreíste]

Nick: Y lo que me alienta a estar contigo es eso… Pero ¿sabes algo? [frunció su entrecejo] Lo he estado pensando. Es como si no importara lo que pasara entre nosotros. Vamos a volver una y otra vez, sin remedio [silenció]. Al menos sé que yo estaré siempre enamorado de ti. Creo que está bien empezar a asumirlo… Por si alguna vez deseo lo contrario.

Tragué saliva. Había hablado más para mí mismo que para que ella me escuchase, y sin embargo, ya había soltado la lengua en voz alta. Ella no se inmutó, pero presentía que seguía poniendo atención, descifrando tal vez el significado de mis palabras.

Tu: Yo también estaré siempre enamorada de ti. Es algo que elegí desde el primer día en que te conocí.

Mi corazón dio un vuelco.

Nick: ¿Ha..hablas en serio?

Tu: Claro. Muy en serio. Así que, pase lo que pase…

Pero su voz se apagó sin terminar la frase. Casi al mismo tiempo, nos mordimos nuestro labio inferior con angustia. Éramos realistas. Éramos maduros. El tiempo estaba ahí, corriendo… y el amor nos tentaba a cometer locuras, una tras otra. Ya habíamos aceptado que aunque las cosas cambiaran, nuestros sentimientos no lo harían. Separados o no, nos amaríamos por siempre… Parpadeé. ¿De qué nos preocupábamos? Si nos amaríamos por siempre, no habría que temerle a nada. Si nos manteníamos enamorados el uno del otro día con día ¿qué nos iba a tormentar? De pronto todo pareció tan claro y preciso. Ella pareció comprenderlo también porque me ciñó con más fuerza sonriendo y dejando salir un suspiro.

Nick: Siempre y para siempre [susurró].

[–Más tarde–]

Alguien estaba abriendo la puerta con curiosidad, con acompañantes charlando por lo bajo. No querían despertar a nadie, y si lo hacían, de todas formas iba a resultar divertido. Por supuesto, dos de ellos gozaban tirando bromas a cualquiera que se les pasara en frente, especialmente si se trataban de amigos. Sus miradas de complicidad sucedían tan a menudo que cualquiera advertiría la química entre ambos, cosa que, en confianza, no se esforzaban por ocultar.

Detrás de ellos venía alguien más, muy apegado a ambos. Bufón no era, pero corazón de oro lo tenía bien merecido. No obstante, cualquiera que se detuviera a escuchar su risa no tardaría en contagiarse. Y, con el semblante relajado y siempre amigable, se dedicaba con gusto a poner siempre un ojo sobre los demás, asegurándose de su bienestar.

Joe vio la puerta de la habitación de su hermano entreabierta, preguntándose a la vez dónde se había en metido todo el día. En la suite, todo parecía normal, y si se había marchado a algún otro sitio interesante, lo habrían invitado.

Asomó su cabeza con detenimiento, escrutando en la oscuridad. No tardó en captar un gran bulto tendido en toda su extensión sobre la cama. <En toda su deforme extensión> pensó el muchacho, desconcertado por las figuras que se vislumbraban en su interior.

Joe: ¿Nick..? [murmuró, entornando los ojos]

Kevin: ¿Qué pasa, hermano?

Joe: Nick está en la cama… Y creo que hay otra persona.

Kevin: ¿Eh? [despistado] ¿De qué hablas?

Joe: Sí, mira. Hay alguien durmiendo con Nick… Creo que es una chica.

Kevin: [enarcó una ceja]

Marilu: ¿Qué ven, chicos?

Joe: Nick se ha traído a una chica a dormir. [respondió con naturalidad, aún confundido]

Marilu: ¿Que Nick ha hecho qué? [perpleja] ¡No bromeen! ¡Déjenme pasar ustedes dos! Ése imbécil me va a escuchar ¿Cómo se atreve a aprovecharse de…?. . .

Y entonces Marilu pasó entre ambos, abriendo más la puerta y dejando traspasar un poco de luz al cuarto. Las figuras sobre la cama se removieron y Nick se volvió con los ojos entrecerrados, con ganas de gritarle a quienquiera que los hubiese despertado a ambos.

Nick: ¿Se puede saber qué quieren? [de mal talante]

A punto de contestar, la chica a su lado se asomó por detrás de su compañero, intentando evitar la leve luz que los iluminaba.

Joe&Marilu&Kevin: ¡_________!

Tu: [sonreíste adormilada] Hola. Gracias por despertarnos. [con sarcasmo]

Joe: ¡Ah, menos mal que eres tú! Marilu estaba a punto de empezar una escena…

Marilu: Oye, me has dicho «Nick se ha traído una chica a dormir» ¿Qué esperabas que hiciera si todos pensábamos que ______ estaba en España?

Kevin: [riendo por lo bajo]

Joe: Nos hemos asustado un poquito [se encogió de hombros]

Nick: Bueno, ¿eso es todo por lo que venían? Ya pueden marcharse. [refunfuñó dándose la vuelta, sin apartar su brazo de tu cintura]

Marilu: Sí, creo que hemos interrumpido algo… [se lamentó]

Tu: No importa. Sólo no enciendan la luz ¿quieren?

Y sin más, volviste a echarte sobre el pecho de Nick, quien te ciñó gustoso. Joe, Kevin y Marilu cerraron la puerta tras de sí, silenciosos y algo incómodos.

Joe: En serio, ya estaba preguntándome si de veras aquél tipo era Nick. Él nunca se iba a acostar con nadie sólo por que sí. Qué bueno que averiguamos que era ________.

Kevin: A ver, Joe, ¿tú crees que vendría cualquiera a dormir a nuestra habitación con una chica así sin más?

Joe: Pero no ha sido un cualquiera, ha sido Nick. ¿No lo viste?

Kevin: [resopló dándole palmadas en la espalda] Qué bueno que tienes a Marilu, Joe.

Marilu: Deja tú eso. No estaban vestidos ¿lo notaron?

Kevin y Joe se giraron hacia ella, estupefactos.

Joe: ¿Que Nick qué!

Kevin: ¿______ no…!

Marilu estalló a carcajadas.

Marilu: Oigan, estuvieron a punto de irse corriendo hasta allá. [riendo] Tienen que ponerse sus lentes, chicos.

Joe: Lo he estado sospechando. Sería buena idea. [sonrojado] No vuelvas a hacer eso.

Kevin: Nos has metido un buen susto, Marie [sonrió, aliviado].

Tu: Y yo te he escuchado desde acá [apremiaste alzando la voz]

Marilu: Rayos [alcanzaste a escuchar, desde el otro lado]

Nick: Bueno, ¿nos dejarán en paz? ¿Por qué no pueden hablar en voz baja? [pensó a regañadientes]

Tu: Oye, Nick… Descuida. [le tranquilizaste, acariciándole la mejilla] No seas tan malo. A mí no me han molestado.

Nick: Porque tú eres la persona más buena del mundo, preciosa.

Tu: No es verdad. [acongojada] Tú también eres buena persona.

Nick: Pero no tanto como tú. [sonrió] Además, tú no tienes hermanos. Tu vida es mucho más tranquila…

Tu: Ah ¿tú crees? Joe y Kevin son como mis hermanos. Frankie, además, es como… El hermanito pequeño que nunca tuve. Y yo tengo dos locas amigas por tolerar.

Nick: Oye, yo sé que los quieres tanto… Pero eso no nos convierte en hermanos a nosotros también ¿verdad? Digo, estaría mal salir con una hermana.

Tu: Ay, Nicholas. Bien sabes que a tus hermanos los adoro. Son muy especiales para mí, por eso yo los considero como mis hermanos.

Nick: ¿A mí no me adoras?

Tu: Claro que sí… Pero contigo es diferente, lo sabes…

Nick: Entonces no importará que te bese una vez más ¿cierto?

Que te besase era un deseo que necesitabas saciar con proximidad, así que cediste acercándote aún más hacia sus labios, cerrando los ojos. Esa fue la señal que Nicholas estaba esperando, pues te tomó con ambas manos del rostro y se entregó a ti en cuerpo y alma. O al menos, eso era de lo que se sentía capaz sin pensarlo dos veces.

La temperatura de tu cuerpo aumentó en consideración. Cada caricia y contacto que tenías a su lado te abrasaba con tal pasión haciéndote estremecer de lo intenso que podías percibir su amor. Las manos de Nicholas rebuscaban y exploraban cada centímetro de tu cuerpo, un cuerpo que él trataba casi con veneración, pues portaba en su interior a nada más y nada menos que a la mujer que tanto quería; aquella por la que arriesgaría la vida sin dudarlo. Complacida, te sentías embriagada por su aroma, enloquecida por sus muestras de cariño, inquieta por tenerlo ahí, en todo su esplendor, su figura de masculinidad, tan atenta a amarte… A darlo todo, todo por ti.

Sucumbida en sus musculosos brazos, rodando de un lado para otro, echada encima suyo y un segundo después, bajo todo su ser, tu cordura pendía de un hilo… Y también la de él.

Las sábanas ya se habían arremolinado en alguna parte de la cama, aunque no te hubiese sorprendido ver algunas almohadas tiradas en el piso. Nick estaba aprovechando la ocasión con tanto deseo que hubo un momento en que su aliento se vio tan agitado que te sacó de su hechizo… y notaste que tu corazón jadeaba descontroladamente, por igual. Aquello se sentía tan bien que no supiste cómo pararlo… No te sentiste con la valentía suficiente como para pararlo…

Y justo cuando Nick volvía a recorrer tu cuello con tus brazos tirándolo de la camisa, rendida ante el momento, el peso de su cuerpo se alejó ágilmente de ti, sin darte el lujo de siquiera tratar de retenerlo… Lo percibiste todo tan rápido que pensaste que sólo había sido un retorcido sueño tuyo que se hubo desvanecido de pronto, sin aviso, y condenándote a la vergüenza.

Pero en tu pecho sentías que el corazón estaba apunto de romperte las costillas y supiste que no era tu imaginación, ni mucho menos un sueño. Aturdida y con la habitación dándote vueltas, volviste tu mirada hacia un lado.

Nick no estaba mucho mejor que tú, con la vista clavada en algún punto del techo, perturbado. Tembloroso, el rubor en su rostro era igual de intenso en la luz como en la presente oscuridad. En su mente sólo recorría un pensamiento con vehemencia, y era que había estado tan cerca… pero tan cerca…

Y aquello podría interpretarse de muchas maneras.

No supiste cómo reaccionar. No sabías como tranquilizarte a ti misma… Pero necesitabas tranquilizar a Nick. te dijiste a ti misma, dándote fuerzas para hacer lo primero que se te ocurrió: tomar su mano.

Fue como si Nicholas despertara de una pesadilla. Parpadeó un par de veces aterrizando en el momento y te miró. Tú ya no estabas recostada, sino sentada a su lado, acariciándole el rostro con una expresión preocupada. El chico se alzó, sentándose frente a ti, azorado. Con voz ahogada y profundamente apenado, susurró:

Nick: Perdóname, ________. Perdóname. Yo.. No… No sé…

Simplemente no encontraba las palabras con las cuales disculparse, así que lo abrazaste, y él te estrechó fuerte, buscando sitio donde recuperar protección, seguridad y paz. Quería las cosas devuelta en su lugar, pensar que nada había ocurrido, y tú no eras la excepción.

Tu: Nick… Nick… No ha pasado nada ¿de acuerdo? Tranquilízate.

Pero él no podía.

Nick: Yo… Yo… No puedo, ________. Perdóname. Perdóname.

Tu: No tienes porqué disculparte. Déjalo ya…

Nick: No ¿cómo lo he de dejar? [con la respiración aún entrecortada] Estuve apunto… No sabía…

Tu: Estamos juntos en esto ¿sabes? [recordaste con seriedad] Discúlpame tú a mí.

Nick: ¡Qué va! Tú no has hecho nada. Yo soy quien…

Tu: Por eso mismo, Nick, Nicholas [interrumpiste, sujetándole la mirada]. No he hecho nada. ¿Has escuchado eso que dice que el hombre llega hasta donde la mujer le permite?

Nick: Pero yo no he querido… Perdí toda sensatez. Soy un imbécil. Me dejé vencer por algo tan… sucio. [empezó a admitir con repugnancia]. Deberías odiarme. Siento asco de mí mismo.

Tu: Oye, oye. No seas tan duro contigo. Te detuviste ¿no? Eso es lo que importa.

Nick negó con la cabeza, con ojos dolidos.

Nick: Pero lo hice muy tarde. [cabizbajo]

Notaste entonces algunos botones de tu camisa desabrochados. Quisiste pasarlo desapercibido, pero Nick ya se había dado cuenta de tus intenciones. En un acto que te pareció, por alguna razón, lo más lindo del mundo, acercó sus manos hacia ti para abrocharlos uno por uno, como si con aquello pudiera deshacerse de la culpabilidad y pena que lo embargaba.

Una vez terminado, no pudiste reprimirte más.

Tu: Yo no pude contenerme, Nick. Yo no supe cómo decirte que debíamos deternos… Pero tú lo hiciste de todos modos. Eres, eres todo un caballero. Muchos hubieran caído, pero tú no lo hiciste. ¿Sí?

Nick: Aún así, siento que te he forzado…

Tu: Ay, por favor. ¿Me viste acaso quejándome de algo?

Nicholas sonrió a duras penas, enrojecido. Luego rió apartando la vista en un vago intento por hacerte pensar que no había reparado en tu rostro, que se había puesto de mil colores.

Nick: No, supongo que no… [admitió de mejor humor]

Tu: Estas cosas pasan a veces [volviste al tema, apenada] Somos humanos y cometemos errores… Y si tú fueras mucho menos humano de lo que eres, no serían tan perfecto para mí. Yo te amo con todo y tus equivocaciones.

Nick: Yo también te amo, __________. Te amo mucho, más que nunca [rozando tu mejilla]. Gracias por no hacerme sentir como un desgraciado.

Tu: Vuélvete a maldecir y ya verás qué tan desgraciada puedo ser yo ¿entiendes? [amenazaste, divertida] No sé qué horas son… Pero ya no tengo sueño.

Nick: Yo tampoco. Todo fue… Muy rápido.

Tu: Fue lindo, no obstante. [confesaste, acongojada]

Nick: [mirándote] Bueno, no ha sido nada fuera de este mundo. Sólo ha sido un beso… fuera de control. [abrumado]

Tu: No quiero olvidarlo ¿sabes?

Nick: ¿Y por qué no? [con curiosidad]

Tu: Porque… Quiero decir… Fue por amor ¿no? Lo hicimos por eso.

Nick: Claro [asintió comprendiendo] Tampoco querré olvidarlo. A la próxima me acordaré de que no estamos preparados…

Tu: No, no lo estamos.

El silencio inundó sus sentidos. Ya estaban los dos mucho más tranquilos y aliviados. La pena todavía no les pasaba del todo, pero tenían el consuelo de que el otro se sentía exactamente igual y que se entendían y se apoyaban por ello. Nick acababa de cumplir sus diecisiete años y tú los cumplirías en un tiempo. Ni siquiera alcanzaban la mayoría de edad y la experiencia ya los había hecho recapacitar al respecto: no era algo que quisiesen hacer ahora, pero tampoco pensaban planearlo. Así que, por el momento, sólo lo dejarían para después.

Nick: Tuve miedo. [con voz ronca]. Por un momento yo tampoco supe cómo parar… No sabía si quería parar.

Tu: [sonreíste] Me parece que es de las pláticas más sinceras que hemos tenido.

Nick: Tenía que ser así. Imagínate si no.

Tu: [suspiraste] Podemos… ¿Podemos acostarnos otra vez?

Los ojos de Nick se iluminaron con un breve resplandor y su sonrisa apareció ligeramente en su cara.

Tu: Ya no tengo tanto sueño, pero…

Nick: Yo también quiero tenerte cerca [interrumpió, efusivo]

El reloj podría haber marcado las ocho, las once, la tres o las siete. No importaba, realmente. Lo único que importaba era que, a los brazos del otro, se sentían mucho más relacionados. No les molestaría compartir otra noche de esas varios días a la semana… Despertar y ver que la persona por la que tu corazón late sin límites, por quien tus pulmones desean respirar, a quien tus ojos necesitan mirar, donde tus labios anhelan reposar, yace junto a ti, cuidándote, es, sin más, un sentimiento que arrebatado traspasaría la añoranza.

[–Día siguiente–]

Analy: Miren nada más quién viene [anunció sonriente, divertida]

Tu: Hola, ¿puedo pasar? [encogiéndote de hombros]

Marilu: ¿Cómo que si puedes pasar? Esta es tu habitación, aunque te niegues a dormir en ella, claro. [dijo poniendo los ojos en blanco, mientras te recibía] Te extrañamos.

Tu: [abrazándola] Me hubiera gustado correr a abrazarte ayer pero… Tú sabes [enrojeciste]

Marilu: Jaja. Por supuesto, con lo ocupada que estabas.

Analy: Sólo esperamos que no haya pasado nada.

Marilu: Y si pasó, que nos cuentes [sonrió maliciosamente]

Tu: ¿Y ustedes de qué hablan? [azorada] Si nada más estuvimos ayer… platicando…

Analy: Bueno, al menos te dejó descansar.

Marilu: ¿Cómo te sientes?

Tu: Bien. Muy bien, a decir verdad. Me siento casi como en casa. [alegre]

Analy: Pues ya partiremos al campamento pronto. ¿Tienes cosas qué llevar, o te ayudamos?

Tu: Sí, necesito desempacar unas cosas. ¿Cuánto será? ¿Nos quedaremos a dormir?

Marilu: Ojalá no. [en voz baja]

Analy: Pero por lo que sabemos, sí.

Tu: Ay, Marilu, [la abrazaste por un costado] si nos tienes a nosotras ¿por qué temerle a unos verdes campos? Es la madre naturaleza quien te llama para que le des una oportunidad.

Marilu: Que madre naturaleza ni que nada [refunfuñó]. Además, yo estaré con los de producción. Apenas si duermo bien en la cabaña. No soy como tú: a la naturaleza le caigo mal.

Analy: Menos mal que no la odias, amiga. [se burló]

Por un rato siguieron platicando y riendo poniéndose al corriente del todo. No había mucho qué llevar al campamento, pero por si acaso, ya iban a estar preparadas.

Sentiste que Marilu sospechaba que anoche había pasado algo entre Nick y tú, mientras que Analy simplemente lo ignoraba, porque sabía que si ibas a contarlo lo harías por tu cuenta. Ella nunca se había metido mucho en tus asuntos a menos que tú se lo permitieras abiertamente; en cambio, Marilu se sentía a sí misma con el pleno derecho de inmiscuirse cuanto le hiciera falta para que escupieras la sopa. De todos modos, aunque fuese dos años mayor que tú, era tu mejor amiga y hermana, e iba difícil el hecho de que se le escapara cualquier situación tuya. Con Analy pasaba algo similar, pero ella siempre mantenía los pies bien puestos sobre la tierra, cuidado siempre de sus mejores amigas y hermanitas menores. En eso se parecía mucho a Kevin.

Tu: Quiero acampar al aire libre en uno de estos días… ¿No quisieran acompañarme?

Bien conocías su respuesta.

Marilu: A mí ni me metas [dijo levantado ambas manos, deslindándose de todo]. Vete con Analy, si quieres, pero yo no pienso pasar la noche y ver cómo los mosquitos me comen.

Tu: Oh, vamos… ¿Analy?

Analy: Pues…

Tu: De acuerdo, de acuerdo. ¿En una casa de campaña? ¿Una carpa? Ahí no estaríamos totalmente a la merced de los mosquitos.

Marilu: [negando rotundamente]

Analy: Si Marilu va, yo voy.

Tu: Bueno, misión imposible entonces [resoplaste rendida] ¿Saben de alguien que quisiera aventurarse conmigo…?

Marilu: ¡Oh! Yo conozco a alguien que con gusto se aventura contigo [echándose a reír]

Analy: [sonrió] ¿No estarás hablando de..?

Tu: ¿De quién? [interesada]

Alguien tocó la puerta.

– ¡Chicas! ¡Buenos Días!

Marilu: Ah, es Joe [poniéndose de pie de un salto y abriendo la puerta] ¡Hola!

Joe: Eh, Maribonita [la besó]. ¿Cómo has dormido?

Marilu: No mejor que otras, pero bien. [mirándote de soslayo]

Tu: Ah, ya verás… [entornaste los ojos]

Joe: Nick se ofenderá si sabe que lo niegas [musitó trágicamente]. Con lo bueno que nos dijo que la pasaron.

Sostuvo una sonrisa enigmática que nadie pasó desapercibida. Marilu se dio media vuelta reprimiendo una exclamación y Analy interrumpió:

Analy: Oye Joe, ¿ya nos vamos?

Joe: Ah, sí. [asintió] Pueden venir en una de las camionetas, si quieren.

Ustedes: [se miraron]

Marilu: A mí no me importaría [tomando la mano de Joe]

Analy: ¿Tú que dices? [te miró]

Tu: No pienso quedarme sola en el camión… Aunque sería divertido.

Marilu: Acompáñanos [suplicó]

Joe: Sí,________. El viaje de ida no será lo mismo sin ti, brujita. Estos días todos hemos estado echándote de menos.

Los ojos de Joe se volvieron tan tiernos que no pudiste decir que no. Si bien en el campamento no volverían a encontrar esos momentos en los que los tres hermanos y las tres amigas se la vivían juntos, por lo menos en el trayecto pudieran evocar viejos momentos. Comoquiera, no pensabas en negarte.

Entre más tiempo juntos pasaran, mejor.

Tu: Nos vemos abajo [lo despediste]

Marilu: [cerrando la puerta después de que Joe se fuese] Ya, en serio ¿qué pasó ente tú y Nick que nosotras no sepamos?

Tu: Nada, en serio…

Analy: Seguramente unos besos y ya ¿no? Ya, déjalo Marie.

Marilu: Anda _______, cuéntanos. Danos una pista siquiera.

Tu: Marilu ¬¬’ ¿Que acaso voy yo como perrito esperando a que me cuentes tus momentos íntimos con Joe?

Marilu: ¡Ajá! Conque fue un momento íntimo ¿eh?

Analy&Tú: ¡Marilu!

Marilu: Bueno, bueno… ¿Pero fue lindo?

Analy: [haciendo como si no pusiera atención]

Tu: Sí… [murmuraste casi instantáneamente] Pero no creo que vuelva a repetirse. Digamos que… perdimos un poco el control. Nada fuera de lo ordinario.

Marilu le dio un mirada fugaz a Analy y esta correspondió con una de complicidad.

Tu: ¿Ustedes qué sabían? [entrecerrando los ojos, expectante]

Marilu: Nada, sólo que te dejó una marca en el cuello.

Tu: ¿Que Nick hizo qué…? [pasmada]

Analy: No es que sacáramos nuestras propias conclusiones, pero deberías ocultártelo con el cabello cuando salgamos [aconsejó sonriendo]

Tu: ¿Pero…? [te miraste en el espejo]

Marilu: Eso es a lo que llamo yo un chupetón.

Tu: Oh, no.

En tu reflejo observaste claramente una ligera marca rosada en el cuello que te trajo de inmediato el recuerdo de Nick besándote con pasión y sin cese. No pudiste evitar ruborizarte aún más. Ahora tus amigas lo sabían, quizá Joe y Kevin se hubiera dado cuenta. ¿Quién más podría enterarse? ¿Y si los señores Jonas lo veían? ¿El elenco entero lo sabrá?

Analy: Ya, olvídalo. No pasa nada.

Tu: Prométanme que no le dirán a nadie [azorada].

Marilu: No pensábamos hacerlo, somos amigas [sonrió para tranquilizarte]. Pero tendrás que cubrírtelo. Pasarán algunos días para que desaparezca… Hasta entonces vivirás con la experiencia.

Analy: [rodando los ojos, sin evitar sonreír]

Tu: [observaste sus caras por un segundo y te echaste a reír] Bueno, ya ¿cuál es el chiste? Esto no me da ninguna gracia… Pero bueno, ya me descubrieron. Ayúdenme a ocultarlo ¿sí?

Analy: ¿Ocultar el amor de Nick? [mientras te acomodaba el cabello en los hombros] Imposible.

En la camioneta se acomodaron todos en los asientos traseros. Joe hizo espacio para que Analy se sentase a sus anchas de modo que cupieran todos, así pues, echándose en el piso casi hecho un ovillo. No le molestaba para nada porque a su izquierda tomaba de la mano a Marilu, quien se volvía continuamente hacia atrás para charlar con todos los demás.

Del otro lado de Joe estaba Nick, quien sin duda estaba mucho más interesado en sus espaldas que en cualquier otra parte. Ahí estabas tú, con Kevin y Analy a tu derecha pero fija en la mirada del muchacho de enfrente. No planearon cómo situarse, y si Nick no hubiese sido el último en subir, seguramente habrían tratado de viajar lo más cerca que estuviera de su alcance.

De todas formas, como iban estaba bien. Temías que reconociera la marca que te había hecho y después de todo lo de ayer, tu sed de él había desaparecido. Además, andabas nerviosa.

Nick: ¿Cómo estás? [cuando se hubieron quedado solos]

Tu: Bien [jalándote un mechón, de modo que te cubriera más el cuello] ¿Y tú? ¿Todo bien?

Nick: De maravilla [acariciándote la mejilla]. Mis hermanos lo saben, [confesó rápidamente] tuve que contárselos. Me conocen demasiado bien.

Tu: Sorpresa, mis amigas también. [medio sonriendo] Pero todo anda bien ¿no?

En el camino se te ocurrió pensar que tal vez, sin darte cuenta, le habías dejado una marca similar a Nick como recuerdo involuntario. Te estremeciste.

Nick: Claro.

Se volvió a todas partes para asegurarse que nadie los miraba y te besó; lenta y profundamente…

Tu: Lo necesitaba [agradeciste sin pensarlo]. Gracias.

Nick: No hay de qué. Lo haría siempre… y con gusto.

Los días transcurrieron, uno tras otro… Las cosas parecían ir cada vez mejor.

Las grabaciones estaban saliendo excelentes. <Seguro que si se pusieran más estrictos con el tiempo, la filmación no duraría ni dos semanas más> reflexionaste viendo cuán tranquilos pasaban los días y como en vez de trabajo, para todos era realmente algo de entretenimiento. Cada vez que el elenco se paraba a descansar y charlar un poco, todo parecía un juego.

Marilu: Tú que eres tan buena actriz, ________, deberías irte a castings para estar en la empresa ¿sabes? Si de esto se trata, no me importaría trabajar en tus mismas películas. ¡Vacaciones prácticamente gratis!

Era tentador pero bien sabías que el ambiente se ponía así por las personas que estaban en él, porque ustedes no ponían mucho de su parte y porque simple y sencillamente… Era una película Disney.

Nick: Preguntamos ya lo de acampar afuera [musitó Nick, recostado en tu regazo]. Dijeron que sí, siempre y cuando tuvieran control de quiénes estarían allí y dónde.

Tu: Y que respetasen el toque de queda ¿no?

Nick: Exacto.

Tu: No debiste de haber preguntado por mí… [mientras le pasabas los dedos entre el cabello]

Nick: Fue Kevin, en realidad.

Tu: Pero no me gusta que ustedes se metan en líos por mí. [renegaste] Yo sólo quería que me dijeran a quién podría acudir y listo.

Nick: No nos hemos metido en ningún lío por tu culpa ¿quién te ha dicho lo contrario? [replicó mirándote a los ojos]

Tu: Nadie… pero ya te he dicho que no necesito su protección del todo. Puedo manejar las cosas por mí misma.

Nick: Eso no lo dudo, pero nosotros somos tus hermanos y queremos cuidar de ti.

Tu: Tú no eres mi hermano [sonreíste desviando la mirada]

Nick: Bueno, yo soy tu novio… Pero te cuidaría como un hermano si fuese necesario.

Tu: ¿Qué? No inventes. [terciaste, incrédula] Yo no deseo que me cuides como un hermano. Suficiente tengo con Joe y Kev. Yo a ti te amo… y mi corazón te pertenece. Los cuidados son muy distintos.

Nick: Tienes razón… Pero captaste el mensaje ¿no?

Tu: Sí. [asentiste con la mirada perdida] ¿Alguna vez me has visto como una hermana?

Nick: [frunció el entrecejo] No. Nunca.

Tu: Yo tampoco… Es que me pusiste en duda con tu insistencia [explicaste al verlo confuso]

Nick: Ah, no, para nada. Desde un principio me sentí atraído por ti. [sonrió] Siempre te he considerado una hermosa chica, con unos hermosos ojos. Es difícil verte sin que me vuelvas loco.

Tu: [riendo] ¿Entonces te he gustado desde siempre? Bien.

Nick: A veces te he visto como amiga… Eres mi mejor amiga. Siempre lo has sido. Lo sabes, ¿no?

Tu: Sí. Tú también eres mi mejor amigo [murmuraste, acariciando el contorno de su rostro]. Pero siempre te he amado como novio, amigo o lo que sea, de la misma manera. Intensamente… Tal vez hoy te amo más que ayer. Estoy pensando en eso.

Nick: [sonrió] Cada segundo que paso contigo hace que mi amor por ti aumente [buscó tu mano y la puso sobre su pecho] ¿No lo sientes? Late muy, muy fuerte.

Tu: [devolviéndole la sonrisa] Me encanta. ¿Cómo lo haces?

Nick: ¿El qué?

Tu: Esto, yo también lo siento.

Agarraste su mano y la acercaste hasta posarla sobre tu pecho, junto el palpitar de tu corazón. 

Tu: Es tan… intenso. [cerraste los ojos]. Yo nunca, nunca, Nick, he sentido algo así por alguien. Tú siempre has sido el único.

 Nick se alzó de tu regazo sin poder resistirse aún más. Se puso en cuclillas y rozó tu mejilla con las yemas de sus dedos, suavamente, sin apartar su profunda mirada de ti. Mantenía su otra mano justo donde la habías dejado, percibiendo los latidos de tu corazón y apretada por la tuya, con cariño.
Seguías sin abrir los ojos pero el calor que Nick te transmitía era instantáneo y lo pudiste sentir demasiado cerca. Su nariz estaba rozando la tuya con ternura, impaciente porque lo dejases penetrar en la belleza de tus ojos. Parpadeaste. Él sonrió. Encontró tu izquierda buscando compañía y la estrechó llevándola hasta su nuca. Ya sabías lo que quería y tú se lo permitiste sin obstáculos. Los dos estaban tan enamorados que la única forma de poder demostrarse cuánto se amaban, cuánto se echaban de menos, cuánto disfrutaban, cuánto significaban… podía transmitirse en un beso. Sólo así podían sentirlo todo a la vez. No había manera ni tampoco razón, pensaste.
.

Sus besos sabían a gloria.

[–Otro día–].

Joe: ¡Hey, brujita!

Tu: Ah, hola Joe ¿cómo dormiste?

Joe: Bien ¿y tú?

Tu: Bien [sonreíste acusadoramente] Pero Marilu no vino al cuarto anoche.

Joe: Oh… Tú no eres la única con derecho a dormirse con su novio.

Tu: [reíste] De acuerdo, no importa. Ni que fuera la primera vez.

Joe: Estuvimos hablando mucho… [suspiró] Ella tiene que volver a la escuela pronto.

Tu: ¿Te preocupa? [extrañada]

Joe: Bueno, es que no me gustaría dejarla ir tan pronto… Aunque claro, nosotros también tenemos nuestras ocupaciones. 

Tu: La gira en Sudamérica ¿cierto?

Joe: [asintió pensativo]

Tu: ¿La invitaste a ir con ustedes..?

Joe: Le dije, pero ya conocía su respuesta.

Tu: [anonada] ¿Te dijo que no?

Joe: Claro ¿qué otra cosa podría haberme dicho? [se encogió de hombros] Tiene que recuperar las clases perdidas… Este proyecto le ha quedado de maravilla y por suerte, su colegio lo sabe. No sé si te lo comentó ya, pero parece que quiere aprovechar las vacaciones de invierno para adelantarlo todo.

Tu: Pues… algo así me había dicho. [lo miraste] Vamos, Joe. La distancia nunca ha sido problema para ustedes [animaste] Si les encanta llamarse todos los días. No es la primera vez que ella tiene prioridades.

Joe: Lo sé. [sonrió] Y me fascina, porque ella de verdad quiere luchar para salir adelante no sólo por sus asuntos… Sino, por nosotros.

Tu: [después de un breve silencio] En invierno será la boda de Kevin. Espero que a ella no se le ocurra ir a clase.

Ambos: [se echaron a reír]

Joe: Oye, te veo más pensativa.

Tu: Yo siempre he tenido la capacidad de pensar, Joe. [rodaste los ojos]

Joe: Haha. No, no hablo de eso. ¿Nick te ha dicho algo con respecto a la gira?

Tu: Noup.

Joe: [ceñudo] ¿No han hablado sobre si quisieras acompañarle?

Tu: [negaste]

Joe: [perplejo] Bueno.

Tu: ¿Crees que me lo pregunte? [mordiéndote el labio inferior, nerviosa]

Joe: Quizá quiera insinuártelo… Pero en realidad, con esto de que vuelven a ser novios y están más melosos que nunca…

Tu: [sonreíste ruborizada]

Joe: … imagino que de tan sólo pensar que podrías ir con nosotros, se le sube el azúcar.

Tu: [reíste] Ya. No importa. Realmente, a pesar de lo que me diga….

Analy: ¡Ah! Por fin los encuentro [interrumpiéndolos] Joe, el director quiere hablar contigo. Y __________, te quieren proponer una cosa.

Tu: [confusa] ¿Cómo? ¿Quién?

Analy: Los jefes [haciendo saludo militar] Vamos.

[–Minutos después–]

Tu: O.O ¿es en serio?

Kevin: ¿Aceptas o no?

PaulH[director]: Será sólo la escena de pistolas de agua, descuida.

Tu: Pues… Si sólo es un cameo como extra, está bien [sonreíste] Si mi nombre aparece en los créditos no será ni por un segundo ¿verdad?

PaulH: [un tanto decepcionado] No te preocupes. Si no quieres involucrarte tanto, nosotros no haremos lo contrario. Gracias por venir, ________.

Tu: Gracias a usted [saliendo junto a Analy]

Analy: Admítelo, no te lo esperabas.

Tu: [ya lejos] Al llegar, Denise me dijo que yo podría aparecer en la película… [sacudiste la cabeza] Ya, en serio ¿quién fue el gracioso que tuvo la idea?

Analy: Pues…

Tu: ¡Los Jonas, seguro! [resoplaste] No iba a decirle que no a Hoen, sé que les han contado cosas sobre mí…

Analy: No me digas que no te gustaría ser artista, _______, eres muy talentosa. Tú lo sabes. Ellos…

Tu: Ellos quieren lo mejor para mí. Quieren ayudar [mascullaste] Ya sé. Pero, creo que aveces se pasan de protectores. ¿No?

Analy: [sin responder]

Tu: Anny…

Analy: A mí no me preguntes [negó con la cabeza] Yo sé que Marilu y yo somos bienvenidas en la familia Jonas, pero tú eres ahí la hija adoptiva.

Tu: [torciste la boca]

Analy: Yo me llevo bien con Joe y Nick… Pero hasta ahí. Kevin es como mi mejor amigo ¿Entiendes? A Marilu le pasa lo mismo. Ella es novia de Joe, sí, pero no tiene una amistad tan sólida y de confianza con Kevin y Nick. A comparación tuya, que son como hermanos tuyos, tus mejores amigos, tu familia adoptiva… Ellos te aprecian bastante. No han tenido tantos problemas con nosotras como contigo.

Tu: [suspiraste] Son lo bastante amables… Y me siento casi una molestia. Normalmente no me molesta lo que hagan por mí, pero desde un principio he sabido quien está detrás de todo esto.

Analy: [desconcertada]

Tu: Nick.

Analy: [entrecerrando la mirada] Estás feliz porque vas a salir en una escena… Pero te hubiese gustado conseguir la oportunidad por ti misma ¿no?

Tu: Se lo he dicho a él muchas veces. [resignada] No quiere escuchar.

Analy: Lo ciega el amor, como con muchas otras cosas…

Tu: Iré a hablar con él al respecto. No sé cómo hacerle entender que yo no soy tan frágil… Analy [cambiando de tema] ¿Cuándo te vas?

Analy: [sonrió] Esta semana empieza Octubre… Al principio dije que dos semanas, luego tres, ya voy para el mes… No quiero irme.

Tu: [sorprendida] ¿Hablas en serio? ¿Y tu familia? ¿Y Nathanael?

Analy: Ése es el problema… Los extraño a todos, en especial a Nathanael. Quiero volver allá, pero no deseo alejarme otra vez de aquí. Ustedes permanecerán siempre aquí… Y las voy a extrañar mucho, de nuevo.

Tu: Nosotras siempre estaremos contigo, amiga [tomándola del hombro] Ni los dos continentes pudieron separarnos. Hemos seguido con nuestra amistad como si el tiempo no hubiera pasado. Tú cuentas con nosotras, y con los chicos, para lo que sea.

Analy: Lo sé. Va a ser complicado marcharme, de todas formas.

Tu: Y es obvio, que debes marcharte.

Analy: [asintió] El punto es decidir cuándo.

Tu: No quiero que te vayas… Pero ya has contemplado una fecha próxima ¿o me equivoco?

Analy: La segunda semana de octubre [sonrió a su pesar] Como en diez días, más o menos.

Tu: Oye, eso es mucho tiempo [contenta]. Aunque es una lástima que no puedas quedarte para la clausura de la filmación.

Analy: Me conformo con todo el tiempo que me he tomado para compartir con ustedes [sonrió más animada]. Para contemplar el drama en el que las dos se metieron… [rió]

Tu: Y otra vez a las andadas [reíste]. Oye, ¿piensas venir para la boda de Dani y Kev?

Analy: [hizo una mueca] No les digas, pero pienso que no.

Tu: Oh, ¿por qué?

Analy: [alzó sus hombros] 19 de diciembre. Casi Navidad.

Tu: Uhm, tienes razón. Se te extrañará para esas fechas…

Analy: Nos mantendremos en contacto. Además [bromeando], compraré la revista People. Seguro ahí me cuentan toooooodos los detalles de la boda de ambos.

[–En la escena–]

– ¡Acción!

Todos comenzaron a correr sin detenerse. Un grupo de muchachos acarreaba baldes de agua mientras que otros lanzaban globos por doquier; las mangueras se estiraron cuán largas eran para chorrear a quien estuviese en su camino y el resto se divertía repartiendo y disparando sus pistolas de agua con un sólo objetivo: que nadie quedase seco.

Analy: ¡______! ¡Por aquí!

– ¡Síganse moviendo, vamos, muchachos!

Tu: ¡Oh! No sabía que querías… [con el cabello chorreando]

Analy: ¡Ah! ¡Cuidado atrás!

Frankie: ¡Ajá! Las atrapé [lanzándoles globos de agua]

Tu: ¡Ay! [esquivando el lanzamiento] ¡Frankie!

Analy: Miren quien…

Frankie: [mojado de pies a cabeza] ¡Oh! James, ya verán ustedes dos [salió corriendo hacia ellos]

Tu: Analy, mira, una tina… [señalándola]

Analy: Arrasemos con todos ¿quieres? [echaron a correr a carcajadas]

Alyson: ¡Ay! ¿Se unieron a la fiesta? [huyendo de alguien]

Tu: Nos gustaría tener un arma, sería más divertido.

Analy: ¡Uff! Qué bueno que deje mi celular allá.

– ¡Chicos! Un acercamiento a las mangueras. Llenen las tinas de allá, por favor.

Tu: ¿Todavía no se acaba la escena?

Alyson: Oh, no. [rió] Tomen, se las doy, creo que van a traer más globos [entregándoles una pistola de agua]

Analy: ¡Gracias!

Tu: De acuerdo, vamos a llenarla [hundiéndola bajo el agua]

Analy: ¡Ah! Un globo me ha caído en la cabeza… [volviéndose]

Joe: ¡Hola chicas!

Analy: Joe… [arrebatándote la tina] ¡Ya verás! [persiguiéndolo para echarle todo el agua encima]

Joe: Oh-oh… [salió corriendo]

Tu: [exhausta] Jaja.. ¡Analy! ¡Espérame! [saliendo tras ella]

Nick: Hey, hey… [agarrándote de la cintura] No tan rápido, hermosa.

Tu: Nick [dándote la vuelta, quedando bastante cerca tuyo] Tú también estás todo remojado… Jaja.

Nick: [sonrió] Igual que tú [jugando con tu nariz]

Tu: Nick, Nick.. [separándote un poco] Nos van a ver.

Nick: Nadie nos presta atención. [acercándose seductoramente]

Tu: Las cámaras… [perdiéndote en su mirada]

Nick: Me adoran, pero están grabando allá por el lago…

Tu: Oh, Nick… [sin aliento]

Nick te ajustó más entre sus brazos y te besó. El repentino contacto de su cuerpo con el tuyo te hizo notar que antes de que él apareciera, estabas temblando de frío. Le echaste los brazos encima, olvidándote de que había docenas de personas alrededor, de lo que pudieran pensar, de lo que podrían rumorear…

Y entonces, una bola de agua estalló en tu cabeza..

Tu: ¡Ah! [asustada por el globo]

Nick: [sonriente]

Tu: [miraste su mano] Has sido tú… Tonto [echaste a correr hacia él]

Nick: Lo siento [gritó mientras huía] ¡Te amo!

Tu: ¡Nicholas Jerry! ¡Tú, arbusto podado! ¡Pedazo de broccoli sin rulos! ¡Ven acá, amor!

Nick: ¡Atrápame si pue…AH! [tropezando con alguien] Lo lamento.

Extra: Descuida [sonrió y siguió disparando chorros de agua]

Tu: ¡Ya te tengo! [aventándote a su espalda]

Nick: [desprevenido] Auch.

Tu: Jaja, perdón.

Nick: No te preocu… pfffshhh [cerrando ojos y boca].

Tu: [con la pistola de agua apuntándole en la cara] Ups.

Nick: Venganza ¿eh? Está bien [sonrió con la cara escurriendo] No me importa.

Tu: A mí tampoco. [mirada traviesa]

Nick: Espero que con esto no enfermes.

Tu: No pasa nada. [murmurándole al oído] He aprendido a bailar bajo la lluvia…

Nick: [te besó el cuello] Te amo, lindura… [frunciendo el ceño] Oye ¿qué es..?

Tu: [extrañada] ¿Qué cosa?

Nick: Esto [señalándote al cuello]

Tu: ¿Tengo algo? No puedo verme… [tocando el lugar que Nick indicaba] Ay no.. [helada].

Nick: ¿Qué te hiciste allí?  [ceñudo] Parece… [enrojeciendo] No me digas que yo…

Tu: [frunciendo los labios] No es nada, no importa. Ya se quitará, nadie lo ha visto. Olvídalo.

Nikck: [balbuceando]

Tu: Nick, cariño…

Nick: [sacudiendo la cabeza] Lo lamento. No pensé que… [riendo] Lo siento.

Tu: Es una bonita marca de amor [mascullaste sin mirarlo para animarlo]

Nick: Tú también me has hecho una.

Tu: [perpleja] ¿Qué dices? ¿Yo también te hice un…? [buscando en su cuello]

Nick: Ah. No, no. [echándose a reír] No me refiero a esa marca. Digo, tú me has tatuado el corazón…

Tu: Awn [enternecida], Nick. No me vuelvas a asustar de ese modo. [esbozando una sonrisa] Te quiero.

Le besaste en la mejilla.

Nick: Yo también, dulzura. [mirando alrededor] Será mejor que… Sí, tengo que irme. Hay que seguir rodando, aunque quisiera… [te robó un beso fugaz]. Ya me voy. Nos vemos luego. [salió corriendo]

Tu: [suspirando] Adiós, Nick.

[–Días después–]

Marilu: Joe, Joe, Joe…

Tu: Nick, Nick, Nick…

Analy: Nathanael, Nathanael, Nathanael…

Las tres murmuraron a espaldas del lago, con los ojos cerrados, suspiraron por última vez y lanzaron hacia atrás una moneda cada una; éstas chapotearon dejando ondas en su superficie, unas más grandes que las otras, que se esparcían hasta desaparecer.

Se volvieron al mismo tiempo.

Marilu: Les dije que iba a ser divertido.

Analy: Bueno, se ha sentido bonito.

Tu: ¿Creen que los chicos deban enterarse?

Todas: [mirándose de soslayo] No. [echándose a reír]

Tu: ¿Lo ves, _______? La naturaleza no ha sido mala del todo contigo.

Marilu: [resopló contenta] Okay, quizá empiece a cambiar de idea al respecto…

Tu: [apunto de agregar algo]

Marilu: [interrumpiéndote]… Pero no te prometo nada.

Analy: Después de 18 años [rió].

Tu: Lo que yo iba a decirles, es que, a la próxima que nos quedemos aquí…

Marilu: [enarcando una ceja]

Tu:… Nos quedemos a dormir en mi casa de campaña. ¿Qué dicen?

Marilu: ¿Otra vez con eso?

Tu: Chicas… [suplicaste]

Marilu: Ya te habíamos dicho de alguien que te acompañaría con gusto.

Tu: No es cierto [te cruzaste de brazos] Nunca me lo dijeron. Me dejaron con la incógnita.

Marilu: ¿Ah, en serio? [despistada] Bueno, cuéntale Anny.

Tu: [mirándola]

Analy: [sonrió negando con su cabeza] A ver, la persona que jamás te diría que no algo como eso… Tu novio, sis.

Tu: ¿Nick? Oh ¿y ustedes piensan que nos dejarían siquiera? Eso sería como dormir en sus cabañas…

Marilu: No es la primera vez que dormirían juntos. [se encogió de hombros]

Tu: Pero, HELLO. Todos pensarán mal…

Analy: Tengo una idea ¿Y si le dices a Dakota?

Marilu: [echándose a reír] ¿Dakota? ¿Hablas en serio? ¡Ella piensa igual que yo!

Analy: Pero le gustan las aventuras ¿no? Escuchen, parece que viene hacia acá ¿Por qué no le preguntas, ________?

Tu: ¿Y por qué mejor tú no acampas conmigo, ________?

Analy: Alguien debe quedarse con Marilu. [se excusó, tranquilamente]

Dakota: ¡Oigan, chavas! Están asando carne allá atrás ¿no se les antoja un poco? [mostrándoles un plato] Es que parece que va a sobrar un buen…

Marilu: ¿Comida? [emocionada] ¡Seguro! Vengan, chicas. Tengo hambre.

Tu: Oye Dakota, mis amigas son unas deja-morir. Así que, me preguntaba si la próxima noche en el campamento querrías pasarla conmigo afuera, en una tienda de campaña.

Dakota: [confusa] ¿Afuera? Ósea… ¿en el suelo y así? ¿dentro de una carpa?

Tu: Sí… Llevaríamos colchas para que sirvan de bolsas de dormir. Es que tengo ganas, será divertido. Anda [cruzando los dedos]

Dakota: Bueno, está bien. Será como una pijamada ¿no?

Tu: ¡Ay, gracias! [la abrazaste] La vamos a pasar bien, ya verás. [sacándoles la lengua a Marilu y a Analy]

Marilu: Huelo a un peso menos de encima… Tal vez sea la carne.

[–En el hotel, una noche–]

Analy: Ya sé que dijiste que ibas a vengarte, pero eso no se compara con lo que te hizo [rió quedamente]

Tu: No se me ocurre otra cosa. [murmuraste] Ella me pintó la cara de mil colores y salí como payaso, frente a Nick. [recordando]

Analy: Deberías agradecerle. Él te acarició el rostro mientras te ayudaba a limpiarte… [narró melodiosamente]

Tu: ¿Estás grabando?

Analy: Ya. [asintió, presionando el botón en la cámara] Este vídeo se llama: venganza.

Tu: No, no es cierto. [hablándole a la cámara] Se llama: Te amo mucho, Marie.

Marilu yacía dormida profundamente en su cama. Tú tenías un bote de crema batida en tu diestra y esperabas recrear la típica broma que todos realizaban con ella, mas con algunos detalles extras.

Tu: Eres tan dulce, amiga.

Vaciaste un poco del contenido en la mano que Marilu tenía tendida sobre la cama. Ella no se dio cuenta. Luego, con un pedazo de listón, comenzaste a hacerle cosquillas en la mejilla. Tu amiga se removió en sueños arrugando su nariz por un segundo y luego, se llevó la mano con crema batida a su rostro, manchándose por completo. Ustedes reprimieron una carcajada.

Tu: ¿Está grabado? Dime que sí, oh dime que sí. [susurrando bastante entretenida]

Analy: Claro que sí. Tú continúa… [mordiéndose el labio]

Sacaste silenciosamente una bolsa de gomitas en forma de gusanos de muchos colores y sabores y fuiste colocándoselos uno por uno sobre la cara cubierta de crema: en las cejas, en la boca, en la nariz… Después esparciste cacahuates con más crema batida y…

Analy: _______… [alertándote]

Marilu: [moviéndose un poco]

Tu: [alejándote de ella]

Marilu: [soltando un ronquido]

Tu: Creo que así está bien ¿no? Se ve suculenta. [reíste silenciosamente]

Analy: Y éstas fueron las aventuras de __________ y Analy. Dulces sueños, Marilu… [apagando la cámara]

Tu: Tomémonos unas fotos con ella. ¿Sí? [malévolamente]

[–Día Siguiente–]

Joe: Chicas, estaba la puerta abierta. Recibí su mensaje de que viniera… [entrando a su habitación]

Analy&Tú: Sshhhhhh….

Joe: ¿Por qué…? [bajando la voz]

Analy: Nada importante, descuida. [murmuró dándole unas palmaditas en la espalda]

Tu: Hey, Joe. Ten cuidado con Marilu. Está casi despierta. [le guiñaste el ojo] Y por cierto… Aquí tienes [le diste el bote de crema batida]

Joe: [observándolo con desconcierto] ¿Qué significa?

Tu: ¡MARILU! ¡JOE HA VENIDO A VERTE!

Analy: ¡Ah! El espejo, no lo olvides [dejándoselo en la mano]

Joe: ¿De qué se trata…?

Ambas: ¡Adiós!

Analy y tú salieron rápidamente del cuarto dando un portazo. El ruido debió de haber despertado a Marilu, así que su trabajo estaba hecho. Con un poco de suerte, Marilu despertaría viendo a Joseph con las manos en la masa, y claro, culpándolo de todo lo embarrado en su cara.

Tu: Debería sentirme culpable… Pero cuando seamos viejitas nos acordaremos de esto [sonreíste en el pasillo]

[–Más tarde–]

Kevin: Oh no… ¿De veras lo hicieron?

Nick: Uy, su cara. [haciendo una mueca]

Analy: Y Marilu jamás despertaba.

Kevin: ¿Tienen idea de cómo reaccionará…?

Tu: Dejamos a Joe para controlarla.

Nick: ¿Por qué no lo grabaron también a él? Hubiera aumentado la diversión [sonrió maliciosamente].

Tu: Necesitábamos escapar cuanto antes [acomodándote en su pecho]

Analy: [apagando la cámara de video, luego de que todos vieran su travesura] Me pregunto dónde están.

Kevin: ¿Para qué? ¿Se los enseñarán?

Tu: Uy no [te estremeciste]. Tal vez Joe pueda verlo, pero Marilu…

Analy: Será mejor esperar algunos meses [riendo por lo bajo]

Nick: Bueno, no ha sido la gran cosa. Ellos también se rieron un poco cuando saliste al público con toda tu cara rayada ¿no? [mirándote]

Analy: Pero eso fue algo que _______ añadió. Su broma no iba taaan lejos.

Tu: Desde entonces, me levanto todas las mañanas y me miro al espejo para asegurarme de que todo va bien n.n

Nick: Como sea. Aquel día te veías bastante linda [te murmuró al oído]

Tu: Ay, claro que no. [te ruborizaste] Sólo lo dices porque llevabas mucho tiempo sin verme.

Nick: Un error que cometí… [masculló casi para sí mismo]

Tu: Entonces te hube prometido perdonarte todas tus equivocaciones ¿te acuerdas?

Nick: [parpadeando] No deberías…

Tu: ¿Por qué no?

Nick: Es que… No, olvídalo.

Tu: [frunciste el ceño]

Analy: ¿… esta semana, ________?

Tu: [reaccionando] ¿Qué?

Analy: Que todavía piensas acampar con Dakota.

Tu: ¡Ah! Sí, claro.

Nick: Me habría gustado acampar contigo.

Kevin: Algo totalmente restringiiiido [canturreó]

Analy: En alguna otra ocasión Nicholas; _______ tampoco se querrá quedar con las ganas.

Tu: [sonriente] Podríamos ir algún día [encogiéndote de hombros]

Nick: De acuerdo, me agrada la idea.

Tu: Perfecto. El trato está hecho [le besaste en la mejilla]

Kevin: Hay algunas buenas áreas allá en California. Si es que no nos quieren dejar fuera, podríamos ir todos un fin de semana…

Analy: Oh, creo que Marilu [sacando su celular]… Ah, es un mensaje [leyéndolo en voz alta] ¿Dónde están? Bola de payasos. 

Todos: [rieron]

Analy: ¿Le digo que estamos acá en el salón?

Tu: Como quieras.

Analy: Bueno, podemos huir antes de que llegue…..

[–Minutos después–]

Joe: Mira, ya los encontré [entrando de la mano con Marilu]

Marilu: ¡Ah! Pero si son los agraciados. ¿De quién fue la idea, eh?

Kevin: Yo no sé nada [reprimiendo una risotada]

Analy: [desviando la vista]

Tu: [sonriendo estúpidamente]

Nick: [sin apartar su mirada de ti]

Marilu: Y la ganadora es….

Joe: La bruja de __________.

Tu: ¿Yo? [haciéndote la inocente] Por favor. Fue Joe quien tenía la crema batida en las manos ¿no es cierto?

Marilu: Sí pero… ¿Cómo iba a enojarme con él? [le echó una mirada y luego lo abrazó] Josephin ayudó a quitármelo todo de la cara.

Joe: Con el sacrificio de colmarla de besos… Fue una sabrosa mezcla, al fin y al cabo.

Marilu: Sabrosísima.

[– Un día a la tarde-noche –]

– ¿Puedes hacerme una promesa?
– Por supuesto.
        ~      ~      ~
– Sólo quiero que si alguna vez vuelvo hacer algo mal…
– No has hecho nada malo.
        ~      ~      ~
– …. No quisiera volver a hacerte daño.
– Está bien, no hay manera de que lo hagas.
– Sólo quiero que me perdones si vuelve a pasar. Si vuelvo a meter la pata… Discúlpame.
– Claro. Lo haré. Siempre lo hago. Es una promesa.
– Uh, no… No quiero que lo prometas. Quiero que lo hagas por voluntad, recordando que soy un idiota.
~      ~      ~
– ¿Estás triste?
– Sí. ¿Cómo no estarlo? Estoy apunto de dejarte sola.
~      ~      ~
– … Despidámonos sonrientes.
– ¿Cómo se supone que no llore si estás apunto de dejarme sola?

 Suspiré.

– Está bien. Todos cometemos errores.
– Tú también los cometes, así que no te preocupes. Yo entenderé.

Ojalá… Ojalá así sea.

Otra vez.

¿Qué ocurrirá? (:

Feliz 2012, chicas!

No sabía como continuar este capítulo… Espero que a ustedes les haya gustado! Lo cierto es que trate de hacerlo lo más «amplio» en cuestión a temporalidad :P porque, finalmente, siento el último capítulo bastante cerca…

Y no tengo idea de cómo escribirlo. JA. A ver si se me ocurre algo bonito. Tengo unas ideas pero… pff. Quizás me demore más de lo debido, ahora que lo pienso XD

Espero que este año les traiga bendiciones, alegría y salud a ustedes y a sus seres queridos. Reitero en el hecho de que, los Jonas estarán aquí para nosotras :’D así que, KEEP DANCING UNTIL TOMORROW c:

¿Recomiendan? COMENTEN :D Please.

PD. Díganme algo con respecto a la parte «hot» JAJAJAJAJ. Fue entretenido escribirla.

PDPDPD. ¿ALGUNA DE USTEDES HA LEÍDO ALGO DE LA ESCRITORA ESPAÑOLA LAURA GALLEGO GARCÍA? Díganme que sí :c Si no, les recomiendo abiertamente MEMORIAS DE IDHÚN. Son unos estupendos libroooooos <3 Estoy enamorada de Kirtash.

LAS QUIERO! MIL BESOS ;)

.



Los números de 2011 según wordpress :)

Bueno pues me llegó a mi correo y pensé que estaría bien compartirlo C:

Los duendes de las estadísticas de WordPress.com prepararon un reporte para el año 2011 de este blog.

Aqui es un extracto

Un teleférico de San Francisco puede contener 60 personas. Este blog fue visto por 1.000 (desde que me mudé a wordpress, eh) veces en 2011. Si el blog fue un teleférico, se necesitarían alrededor de 17 viajes para llevar tantas personas.

Haz click para ver el reporte completo.